Luego de la sequía, señalan que las exportaciones del agro se recuperarán el año que viene en volumen, aunque con precios inferiores a los de este año, para alcanzar los u$s32.600 millones.
De todas formas, de cumplirse con las estimaciones previstas, las divisas generadas por exportaciones del agro en 2024 se ubicarán por debajo de la cifra alcanzada en 2022 (u$s35.395 millones) y 2021 (u$s33.615).
Con todo, el informe detalló que “el fin de la sequía y la esperada presencia del fenómeno climático El Niño (que implica abundancia de lluvias en la mayor parte del área agrícola nacional) implicarían una campaña gruesa 2023/2024 alcanzando los 105 millones de toneladas entre maíz y soja, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires”.
“En detalle, se anticipa una cosecha de la oleaginosa de 50 millones de toneladas, un 132,6% superior al ciclo previo y un 1,8% por encima del promedio de las últimas cinco campañas excluyendo los años de sequía. Por su parte, la producción de maíz alcanzaría las 55 millones de toneladas, ubicándose un 71,9% por encima de la campaña pasada y un 12,8% por arriba del promedio de las últimas cinco”, agregó el estudio.
De todas formas, resalta el análisis, se espera una moderación en los precios hacia el próximo año, ubicándose en promedio un 8,3% por debajo de 2023, “en línea con una mayor oferta mundial de los granos y la continuidad de una política monetaria contractiva a nivel mundial”. Respecto al primer punto, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se espera un aumento del 5,1% en la producción mundial de maíz y un alza del 8,4% en la producción del poroto de soja. En tanto, en cuanto a la política monetaria, se espera que “el contexto global de altas tasas de interés continúe durante 2024, lo que también le podría generar un techo a los commodities”.
Llegaron las lluvias
De hecho, las buenas señales en materia climática comenzaron a observarse en los últimos días. Durante la semana pasada, desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que las lluvias “llegaron justo a tiempo para frenar la caída del rendimiento del trigo”.
“Las precipitaciones, que se extendieron desde el 20 al 24 de octubre, llegaron en el momento oportuno para el trigo, que se encontraba en condiciones regulares a malas antes de las lluvias. La persistente sequía había llevado a descuentos en los rendimientos. Sin embargo, la llegada de más de 30 milímetros de lluvia en el 90% de la región núcleo ha sido un salvavidas para este cultivo”, explicaron desde la entidad.
Y este lunes, resaltaron las “buenas noticias para la región núcleo: llueve y seguirá lloviendo”. “Se espera que las lluvias de los últimos días continúen hasta el miércoles o jueves, con la expectativa de una tormenta adicional, de menor intensidad. Las precipitaciones se concentraron en áreas como el noroeste de Buenos Aires, el este cordobés y el norte de Rosario”, concluyó el informe de la BCR.
Fuente: Ambito