Desde el sector esperan un fin de año con bastantes tensiones en los precios de la carne, lo cual se suma a la presión inflacionaria de los meses que restan para que finalice el 2023.
Después del reciente aumento en el valor del ganado, los precios de la carne al consumidor se resintieron con un incremento que oscila entre un 15% y un 20%, el cual se podría atribuir a distintos factores, incluyendo la merma en la disponibilidad de ganado debido a la sequía y la incertidumbre previa a las elecciones, que desalentó a muchos productores a vender sus animales.
La realidad del sector agropecuario es “compleja en la actualidad”. En primer lugar, la agresiva sequía que afectó la producción. Y en segundo, “hemos tenido que acelerar la salida de hacienda antes de lo previsto”, señala a Ámbito, el presidente de la Cámara Argentina de Matarifes, (CAMYA), Leonardo Rafael, lo que ha generado distintos problemas.
“Por si fuera poco, nos enfrentamos a un mercado con una demanda muy baja, lo que dificulta alcanzar los volúmenes de venta habituales”, advierte Rafael, que, agrega: “Mirando hacia el futuro, la incertidumbre es abrumadora. Parece que nos espera un fin de año complicado con escasez de ganado en el mercado”.
Carne: cortes caros vs. cortes baratos
En cuanto a los precios, el experto sostiene que, los cortes de carne experimentan variaciones estacionales en sus precios. En general, los cortes más caros durante todo el año son: el lomo, el peceto y algunas variedades de milanesa, como la nalga. Por otro lado, ciertos cortes, como la picada, la paleta y el roastbeef, tienden a ser más económicos en diferentes momentos del año. No obstante, asevera Rafael, los cortes más asequibles incluyen: la palomita y el osobuco, (aunque esto puede variar según la temporada).
Por su parte, Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios del Carnicero de CABA, explica que, los cortes más baratos “siempre son los del cuarto delantero”, es decir, el osobuco, la tapa de asado, el azotillo, el roastbeef, la paleta y el asado, “que tendría que ser uno de los más baratos”. En tanto, los más caros son siempre “el cuadril, la colita, el peceto, el bife con lomo y las milanesas”.
De acuerdo a un relevamiento hecho por Ámbito en distintos supermercados de grandes superficies, los cortes más caros son:
- Lomo – $6.669 kg.
- Milanesa de Receto – $6.389 kg.
- Colita de Cuadril – $6.299 kg.
- Bife de Chorizo – $5.600 kg.
- Ojo de Bife – $5.600 kg.
- Cuadril de novillero en churrasco – $5.799 kg.
- Bife de Chorizo – $5.599 kg.
- Milanesa de nalga – $5.149 kg.
- Churrasco cuadril – $4.799 kg.
- Carnaza feteada al vacío – $4.699 kg.
- Milanesa de Cuadrada – $4.699 kg.
- Vacío de Novillito – $4.599 kg.
- Milanesa de bola de lomo – $4.699 kg.
Los más baratos son:
- Tapa de nalga – $3.399 kg.
- Carne picada especial – $2.569 kg.
- Vacío envasado al vacío – $2.010 kg.
- Cuadril envasado al vacío – $1.899 kg.
- Matambre – $1.948 kg.
- Carne picada común – $1.559 kg.
- Asado envasado al vacío – $1.539 kg.
Precios de la carne en alza: a qué se debe y qué esperar para fin de año
“Hay tres factores centrales que presionan sobre el precio de la carne”, explica a este medio David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
Los tres factores clave que influyen en los precios de la carne son:
- Inflación: el IPC mensual arriba del 12% afecta a todos los productos de la economía, incluyendo la carne.
- Incremento de los costos de alimentación: los costos de alimentación se han incrementado debido al dólar agro y al dólar exportador, lo que ha impactado en el precio de los insumos como el maíz y la soja.
- Escasez de hacienda: la sequía ha provocado una escasez de ganado, ya que muchos animales fueron sacrificados prematuramente debido a la falta de pasto, y se han visto afectadas las recrías y la producción de terneros. Esto no es solo una situación temporal y se espera que dure varios años.
Estos factores, junto con las tensiones cambiarias e inflacionarias, presionan al alza los precios de la carne. Sin embargo, “el poder adquisitivo del consumidor también actúa como un límite a estos aumentos de precios”, advierte Miazzo, que concluye que, a pesar de la restricción del poder adquisitivo, “la escasez de oferta contribuye a que los precios sigan aumentando en el mercado de la carne”.
Así las cosas, tanto Miazzo como Rafael, sostienen que se espera un fin de año con bastantes tensiones en los precios de la carne, lo cual se suma a la presión inflacionaria de los meses que restan para que finalice el 2023.
Fuente: Ambito