El kilometraje no es lo único a lo que hay que prestar atención.
A la hora de buscar un auto usado hay que saber y tener en cuenta que puede encontrar de todo: las “figuritas” que se encuentran muy fácilmente, pero también los “clavos” que son los más difíciles de revender.
Generalmente mirar el kilometraje de los autos usados es la principal manera para determinar el valor del auto y muy a groso modo una perspectiva general de la mecánica. Pero ojo: guiarse únicamente por este factor es claramente un peligro e incluso un error ya que hay un sesgo muy grande de los otros aspectos del auto que pueden hacer que a corto plazo el comprador tenga un dolor de cabeza.
Qué hay que mirar cuando compramos un auto usado
Uno de los primeros tips a tener en cuenta con respecto al kilometraje es el estado del auto en función de los kilómetros recorridos. Por ejemplo: el kilometraje promedio por año de un auto se ubica en el rango de los 10.000 y 15.000 kilómetros. Si un auto acumuló desde que comenzó a usarse un kilometraje muy superior a la media, significa que tuvo un uso excesivo. En líneas generales, el consejo es buscar coherencia entre el estado del auto y la cantidad de kilómetros declarados.
Otros aspectos a observar y a prestarle mucha atención es el estado del tablero, volante, tapicería, llantas del vehículo y pedales. Claramente en el estado en el que se encuentren a simple vista le permitirá al comprador saber o intuir si el auto en cuestión fue utilizado dentro de los parámetros normales o en exceso.
Además, hay una regla de sentido común importante: si el kilometraje indica que la cantidad de kilómetros recorridos es relativamente normal o lógica y el estado de todas las otras partes del vehículo están en mal estado eso es un síntoma donde hay que prender una alarma: existe una posibilidad de que el cuentakilómetros haya sido manipulado para indicar menos kilómetros de los que realmente ese vehículo recorrió.
Existe una relación directa entre los kilómetros recorridos y el mantenimiento realizado. Si el auto que se está analizando tiene muchos kilómetros hechos es muy probable que a la larga -o quizás a la corta- el comprador deba hacerle un mantenimiento general y preventivo al service oficial de la marca del vehículo. Esto es muy importante porque el costo del service es un gasto importante pero oneroso y puede llegar a demandar un tiempo importante que dejará sin movilidad al conductor y posibilemente a su familia.
Una prueba crucial que el auto debe superar según los expertos
La lógica indica que si un comprador desea adquirir un auto usado sí o sí lo tiene que probar. Porque una cosa es el auto en frío y otra es cuando el vehículo está en movimiento. Los especialistas siempre recomiendan que el comprador y el vendedor salgan a manejar y que el auto sea conducido un rato por cada uno así el comprador puede sentir el auto y así puede ver como el vendedor conduce y utilizó en el pasado ese auto. Si a la hora de plantear la posibilidad de manejarlo el vendedor te lo niega se sugiere fuertemente no continuar con la operación.
Otra máxima que va de la mano del sentido común: cuando el auto está en funcionamiento, es el momento para hacer preguntas y probar los asientos, la palanca de cambio, el sistema de refrigeración/calefacción, la computadora a bordo, el tablero, los cinturones de seguridad, chequear que todo esté en condiciones, entre otras cosas.
Además, cosas no menores pueden aparecer cuando uno utiliza un auto: olor a quemado o a humo dentro del vehículo, sentir olor feo producto de que los canales de ventilación no están limpios y no tuvieron mantenimiento, etc.
La clave está en la documentación de mantenimiento
Cada taller oficial, concesionaria o service debe darte un detalle o un presupuesto de todo lo que se le hace, qué se cambia, qué se arregla, qué respuestos se ponen en cada oportunidad que uno lleva al auto a reparar. Por eso, para los compradores es fundamental solicitarlo al vendedor.
Existen todo tipo de conductores y dueños de autos: algunos son más responsables y están muy encima de -por ejemplo- en qué momentos hay que cambiar una cubierta, ponerle aire, revisar los lubricantes, el agua, entre otros; y hay otros que no tienen esa costumbre y que sólo arreglan el auto cuando se rompe. Ojo: probablemente el auto del segundo tenga más problemas que el del primero.
Además, a través de los papeles se puede demostrar si el auto tuvo choques, roturas, cambio de vidrios, paragolpes o cualquier cosa que pueda intentar maquillarse. Generalmente los autos empiezan a requerir un mantenimiento más regular a partir de los 8 años o 100.000 kilómetros. Igualmente desde esta sección siempre recomendamos que el mantenimiento general y preventivo debe hacerse una vez por año.
Aspectos finales a tener en cuenta
Al fin y al cabo no hay una única forma de determinar el estado real de un auto pero sí todas son muy importantes. Siempre se le recomienda a los compradores que cuando están evaluando un auto lo hagan no solo desde el precio, sino también con un mecánico amigo y de confianza. Ellos conocen más que nadie los “ruidos” de la mecánica de un vehículo y pueden dar una opinión más que calificada.
Otra cosa que se debe considerar es el tipo de uso que se le dio al vehículo. No es lo mismo un auto urbano que uno rural. Por ejemplo: el auto urbano tiene un desgaste más relacionados al motor, al sistema de frenos, a la transmisión, etc. En cambio, los que se usan fuera de la ciudad tienen problemas más con las cubiertas y la transmisión, ya que transitan habitualmente por lugares no pavimentados o en mal estado.
Finalmente, es recomendable investigar sobre el modelo a adquirir. Se sugiere que el posible comprador mire videos de Youtube, tutoriales, pruebas de otros conductores e incluso buscar el manual del vehículo en Internet para poder leerlo y saber más sobre el auto.
Además, hay que encontrar el tipo y el modelo de auto correcto para la necesidad del conductor. Esto incluye una evaluación personal económica, realizar una proyección a corto plazo y contrastarlo con el valor del vehículo que se desea adquirir.
Es importante adquirir el vehículo en un lugar seguro y, si es posible, que tenga garantía (ya sea del propio sitio o de otro ente).
Lo que nunca debe faltar
Por los valores de los precios de los vehículos, tanto nuevos como usados y por lo que le cuesta a la gente conseguir la plata para hacer la operación, lo que si siempre tiene que decir presente a la hora de hacer una compra de un vehículo es la siguiente:
- Documentación de la patente vigente con sus pagos al día.
- Documentación de la propiedad del vehículo.
- Póliza de seguros y sus respectivos pagos al día.
- Libre deuda al día para evitar tener multas impagas.
- Documentación e historial de mantenimiento y reparaciones realizadas al auto.
- Grabado de autopartes.
- VTV vigente.
Fuente: TN