Ante el debate por una posible privatización instalado desde el espacio de Javier Milei, los números de la compañía muestran una evolución en las operaciones y en la productividad.
A 10 años del acuerdo de YPF con Chevron, que significó el puntapié inicial para el desarrollo a gran escala de Vaca Muerta, la contienda electoral volvió a poner en la agenda pública el futuro de la petrolera bajo control estatal. Tanto Javier Milei como sus asesores en política energética dejaron en claro que su intención es volver a privatizar la petrolera de bandera en caso de llegar a la Presidencia, bajo la excusa de que toda empresa maneja por el Estado es ineficiente.
Sin embargo, los números que periódicamente la compañía pone a conocimiento de sus inversores muestran una constante evolución en la eficiencia de sus operaciones en Vaca Muerta, con nuevos récords de perforación y fracturas, que se traducen en una mayor productividad de los yacimientos.
Según la presentación de resultados del segundo trimestre del año, en ese periodo YPF registró un promedio de perforación de 260 metros por día, lo que significa una mejora del 3,1% con respecto al trimestre anterior, y un 4,6% en relación a mismo periodo de 2022. Si se compara con las cifras de hace dos años, la mejora es del 43%, cuando se logró un promedio de 185 metros diarios. Mientras que en relación con los 160 metros diarios que realizaba en 2019, el año previo a la parálisis total por la pandemia, el incremento de la eficiencia es del 62,5%.
En julio pasado, el desempeño de YPF en el segmento de construcción de pozos sostuvo una mejoría aún mayor, con un récord de 295 metros perforados por día y más de 235 etapas de fracturas mensuales.
El hito alcanzado por la petrolera nacional en materia de velocidad de perforación se logró en un pozo de “diseño delgado” en el bloque Aguada del Chañar, donde logró 400 metros por día; y en un pozo “fat-design” en Loma Campana, que llegó a 365 metros por día, para una longitud lateral de más de 4.000 metros.
Más pozos
Las perforaciones cada vez más veloces hicieron que durante el segundo trimestre de este año YPF sumara 41 nuevos pozos horizontales en sus bloques operados, para llegar a un total de 79 pozos horizontales shale completados durante la primera mitad del año. A su vez, el mayor ritmo de la actividad de perforación, le posibilitó incrementar su inventario de pozos DUC (drilled uncompleted).
En el 2T de 2023 perforó un total de 46 nuevos pozos horizontales en sus bloques operados, un 20% más que el segundo trimestre del año pasado, 37 de los cuales fueron en bloques productores de petróleo y 9 con objetivo de gas de esquisto, alineados con la estrategia de la compañía de priorizar la monetización de sus reservas de shale oil.
En ese periodo, YPF comenzó a exportar petróleo de forma regular a Chile luego de 17 años, gracias a la reactivación del Oleoducto Trasandino (Otasa).
La mejora continua de esas operaciones en Vaca Muerta es clave para maximizar la generación de valor para la compañía. Los resultados alcanzados en el primer semestre del año permitieron a la empresa bajo control estatal dar continuidad a su estrategia de crecimiento, al tiempo que buscó reducir el peso de su deuda.
El costo promedio de desarrollo dentro de las operaciones del hub core de Vaca Muerta fue de 9,8 dólares por barril equivalente de petróleo. La mejora de la eficiencia y el aumento de la producción permitieron compensar mayores costos por las tarifas que de los servicios de pozo.
La eficiencia operativa tuvo como correlato un importante avance de la productividad de la petrolera en Vaca Muerta, activo estratégico sobre el cual se edifica el crecimiento de la compañía.
En el segundo trimestre de este año, la producción total de shale llegó a un nuevo récord y representó el 45% de su producción total. El shale oil mostró un crecimiento interanual del 28%, mientras que la producción de gas no convencional aumentó un 10%.
Fuente: Mas energia