En otra movida para atenuar el impacto de la devaluación post PASO, el Gobierno decidió congelar tarifas de transporte. Se abre nuevo frente de conflicto
Un día antes de que entrara en vigencia y luego de recibir una contraorden del ministerio de Economía, la cartera de Transporte comandada por Diego Giuliano procedió a frenar el aumento tarifario del 6,3% que estaba pautado para los colectivos y trenes de la región metropolitana del AMBA, con una movida que ha dejado expuestos tanto a los gobiernos provinciales que tienen que actualizar los boletos urbanos por el impacto inflacionario, como a los empresarios del sector que están reclamando un ajuste en los subsidios para compensar los mayores costos operativos y salariales.
Por medio de la resolución 501/23, las autoridades de Transporte congelaron hasta nuevo aviso las tarifas de las líneas de colectivos y de los servicios ferroviarios de pasajeros metropolitanas que rigen desde el 1 de agosto.
Así, el Gobierno busca atemperar el impacto de la devaluación post PASO y la disparada generalizada de precios que se registra desde hace dos semanas con un congelamiento de las tarifas del transporte que se suma a los que fueron anunciados para los combustibles y los servicios de medicina prepaga.
Junto a la suspensión del esquema de actualización tarifaria mensual que se venía aplicando desde principios de año, la resolución de Transporte dispuso dos cambios salientes.
- Por un lado, dejó abierta una nueva instancia de “revisión de la normativa relacionada con la redeterminación de los costos y las tarifas de los servicios públicos de transporte automotor y ferroviario”.
- Y, por otro lado, estableció la “creación de mesas de trabajo con las cámaras empresarias representativas del transporte automotor de pasajeros y con los operadores de los servicios ferroviarios, como ámbitos de intercambio institucional destinados a realizar un seguimiento de los costos de operación”.
Tarifas de colectivos y trenes: incertidumbre entre los empresarios
Desde el sector empresario advirtieron que la falta de precisiones sobre el tiempo que se extenderá el congelamiento y los plazos en juego para la definición de la nueva estructura de costos genera una mayor incertidumbre sobre la prestación de los servicios y el pago de los sueldos que dependen del cobro de los subsidios tarifarios.
El ministerio de Transporte justificó el cambio del mecanismo automático de ajuste tarifario que se había establecido al inicio de 2023 con el argumento de que “entre los objetivos centrales de la política desarrollada por el Estado Nacional se encuentran la razonabilidad en la determinación de las tarifas y la redistribución del ingreso a favor de los sectores de la población que se hallan en una situación de mayor vulnerabilidad”.
Consideró, además, que “teniendo en cuenta que las nuevas posibilidades de recolección de información del sistema SUBE permiten aportar mejores elementos para la evaluación de los costos de operación de los servicios de transporte automotor y ferroviario, corresponde iniciar un proceso de revisión normativa y de procedimientos de determinación de las tarifas y los costos relacionados con dichas actividades”.
Para la cartera que conduce Giuliano, “la estabilización actual de los cuadros tarifarios resulta necesaria para coadyuvar a los objetivos mencionados precedentemente y deberá mantenerse hasta tanto se formule una revisión integral del sistema y se avance en la creación de las condiciones de sostenibilidad requeridas para el mismo sin desmedro de la capacidad salarial de los usuarios”.
De esta manera, los funcionarios de Transporte dejaron planteado un amplio margen de acción que les permitiría mantener las tarifas en el freezer hasta la asunción de la nueva administración y redefinir mes a mes los pagos de los subsidios mínimos y necesarios para que no se llegue a la paralización de los servicios.
El congelamiento reabre el conflicto con provincias y municipios
Por otra parte, la decisión de congelar las tarifas de los colectivos y trenes del AMBA vuelve a reflotar la tensión con las provincias y municipios del interior que ya han autorizado aumentos en los boletos para los primeros días de setiembre, y que ahora volverían a la carga para reclamar más subsidios nacionales para retrotraer los incrementos en juego.
Con el nuevo congelamiento tarifario, los usuarios porteños y bonaerenses seguirán abonando un boleto mínimo de colectivo de $52,96, mientras que en los servicios ferroviarios, las tarifas mínimas continuarán entre $25,72 (líneas Roca, Belgrano Norte, Urquiza y Belgrano Sur) y $33,28 (líneas Mitre, Sarmiento, San Martín y Tren de la Costa). En cambio, en casi todas las principales ciudades del interior, el boleto de colectivo ya oscila entre los $100 y $180 por viaje.
Para mantener la prestación de los servicios de colectivos en el AMBA, el Gobierno calculó que en agosto iba a tener que girar un total de $59.624 millones en concepto de subsidios, equivalente a casi $2.000 millones diarios.
Pero según las cuentas de los empresarios, el monto de las compensaciones tarifarias debería elevarse ahora, como mínimo, a $74.000 millones mensuales para poder contrarrestar los aumentos del 35% al 50% que registraron en las últimas dos semanas los principales insumos y gastos operativos del sector.
Fuente: Iprofesional