Será aplicado en dos etapas, en octubre y noviembre, con una suba mensual del 25% que llevará la bajada de bandera de los actuales $35,10 a $54,80
En marzo pasado, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires autorizó un aumento para la tarifa de taxis que se comenzó a aplicar en dos etapas de un 30%, en abril y un 20% en mayo pasado.
Aplicando la misma fórmula, ahora la administración que todavía dirige Horacio Rodríguez Larreta pondrá a debate un nuevo incremento del 50% que también se concretará en dos veces del 25% en cada una, siendo la primera en octubre y la segunda en noviembre próximos.
La propuesta será discutida durante una audiencia pública que se llevará a cabo el 26 de septiembre de 2023 a las 12.00 horas y en la cual se expondrá el reclamo hecho de manera conjunta por la Unión Propietarios de Autos de Taxis (U.P.A.T.); la Asociación Taxistas de Capital (ATC); la Cámara Empresarial del Autotaxi (CAMETAX); la Unión de Propietarios y Mandatarios de Taxis de la República Argentina (UPYMRA); el Sindicato de Conductores de Taxis de Capital Federal (SCT) y el Sindicato de Propietarios de Automóviles con Taxímetro (SPAT).
Todas estas organizaciones han solicitado la readecuación de la tarifa del llamado Servicio Público de Automóviles de Alquiler con Taxímetro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires considerando el proceso inflacionario que vive el país y teniendo en cuenta que los aumentos anteriores ya quedaron desfasados con relación a la constante suba de precios y costos. Para justificar el pedido, los representantes de las entidades presentaron un estudio de la evolución tarifaria y de gastos de explotación y rentabilidad del servicio proyectado desde mayo pasado hacía el segundo semestre de este año.
Precios “viejos”
En la actualidad, la tarifa que resulta aplicable se encuentra fijada por el Decreto N° 79/23 en el valor de $35,10 la ficha diurna y $42,10 la ficha nocturna.
A partir de esos números, el informe señala la necesidad de “analizar la evolución de los factores económicos involucrados en la actividad, como ser, el capital invertido, así como la modificación de los precios de la mayoría de los insumos utilizados en la explotación del mencionado servicio”.
De hecho, el documento fue analizado por la Dirección General Gestión de Servicios de Movilidad, dependiente de la Subsecretaría de Gestión de la Movilidad, de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas, de la Jefatura de Gabinete de Ministros.
El organismo reflejó el estudio de la rentabilidad del sector, teniendo en cuenta la evolución de los ingresos y de los costos involucrados en la explotación de la actividad y consideró que los incrementos tarifarios reclamados “contribuirían a la recomposición de la ecuación económica de la actividad”.
El ente propuso un aumento del 50% pero que se implementará en dos etapas, en octubre y noviembre.
De esta forma, en el primer caso, la bajada de bandera, que son 10 fichas, pasaría de los actuales $35,10 a $43.80 y luego a $54.80.
El documento también realiza una serie de supuestos sobre los ingresos y gastos de un taxi por mes y por año, teniendo en cuenta los valores actuales y los proyectados tras los nuevos incrementos.
En este sentido, plantea que la recaudación neta actual por año llega a los $5,829,947.14, mientras que para octubre se iría a $7,274,976.77 y en noviembre a $9,102,025.73.
Y luego de descontar todos los gastos e inversiones que el propietario de una unidad debe llevar a cabo estima una utilidad neta anual de explotación del servicio de $1.590,442 en la actualidad; de $1.811,334 para octubre y de $2,587,355 para noviembre.
Si bien en el sector se ve con buenos ojos la actualización, de todos modos plantean que sería la mitad de lo que verdaderamente debería costar un viaje en taxi si se tiene en cuenta la inflación mensual que ya debieron absorber desde marzo pasado; el 27% de la devaluación post PASO y los incrementos estimados para lo que resta del año.
Fuente: Iprofesional