Ante una situación de extrema urgencia es bueno saber cómo hay que reaccionar para no poner en riesgo ni la vida propia ni la de terceros
Es fundamental para evitar incendios que se haga un mantenimiento regular a los vehículos. Es por ello que todos deben tener al día la verificación técnica vehicular (VTV) anual para bajar el potencial riesgo de un incendio. Sin embargo existen imprevistos o fatalidades que pueden provocar el inicio de un incendio.
Dentro del equipamiento obligatorio para poder circular se encuentra el matafuegos (que debe estar con carga vigente y listo para usarse) que en este caso será el principal aliado para poder combartir inicialmente las llamas.
Motivos por los cuales se puede incendiar un vehículo
- Mal estado del equipamiento eléctrico. Es la más común. El fallo en el sistema del cableado produce sobrecargas y por tanto, calentamiento en determinadas zonas, que puede llegar a inflamar los materiales combustibles (plásticos, filtros, aislantes, etc.).
- Batería en mal estado. Infieren un gran peligro (por corrosión, fuga de ácidos, bornes en mal estado o deficientemente apretados que provocan chispas), o los encendedores y los distintos conectores y cargadores (muchos de ellos de dudosa calidad) que proliferan en el interior de nuestros vehículos.
- Motor sobrecalentado. Puede hacer que el aceite o el líquido refrigerante también suba hasta temperaturas peligrosas y comience a derramarse fuera de sus áreas de circulación llegando hasta el sistema de escape u otras partes donde pueden encenderse fácilmente.
- Estacionar en un espacio indebido. El conjunto de componentes que forman el sistema del escape del auto alcanzan temperaturas superiores a los 200ºC. El contacto con algún elemento que arda fácilmente, como pasto seco, puede provocar fuego.
- Fugas y pérdida de combustible. En verano, con las altas temperaturas se produce una mayor presencia de gases por evaporación en caso de pérdidas o fugas, por lo que bastará una pequeña chispa para que se genere el fuego. No sólo es inflamable el combustible, sino también algunos fluidos hidráulicos (como el líquido de dirección), así como el aceite motor.
- Carga peligrosa. Al margen del mantenimiento del vehículo, los elementos que se transportan en él son una fuente no despreciable de incendios. Por ejemplo, bidones de plástico con combustible u otros líquidos inflamables. También se debe prestar atención a todos los elementos que transportamos y puedan producir efecto lupa bajo el sol del verano como gafas de ver, binoculares, botellas de agua que pueden concentrar el calor del sol en un punto del interior del vehículo e iniciar una combustión.
- Defectos de fabricación. Algunos fallos de fabricantes de autos provocan que se inicie un incendio.
Ahora sí, ¿qué hacer si se inicia un incendio?
En estos casos hay tres claves fundamentales: actuar rápido, bien y con calma.
- Si el incendio se inicia cuando el conductor está manejando lo que se debe hacer es frenar y no acelerar ya que esto generará que las llamas se aviven e ingresen al auto por las tomas de aire/calefacción.
- Sacar el contacto de la llave provocará que se corten todos los sistemas eléctricos de alimentación de combustible.
- Si el incendio es menor se sugiere usar el matafuegos para intentar apagarlo. Ojo al abrir el capot ya que el ingreso de aire puede hacer que las llamas se aviven y quemen a la persona que intenta apagar el fuego.
- Si hay acompañantes deben bajar del vehículo y alejarse al menos 50 metros y automáticamente llamar al 911 (emergencias) o al 100 (bomberos).
- Las probabilidades de que el auto explote son pocas, igualmente, los expertos sugieren alejarse y dejar que el auto se queme por completo (o hasta que lleguen los bomberos).
- Evitar respirar el humo negro generado por la combustión del combustible, los aceites, los plásticos y los demás materiales.
- En estos casos lo que NO hay que hacer es echarle agua. Sobre todo si el fuego es provocado por algún problema con el aceite.
Fuente: TN