Para cumplir con las metas del FMI, Sergio Massa busca recortar por todos los medios posibles. Las empresas, expectantes por el resultado de las elecciones
Los últimos datos oficiales muestran que, en el primer cuatrimestre del año, los desembolsos girados para cubrir los subsidios energéticos registraron una caída interanual del 18% en términos reales. Tras haber destinado entre enero y abril de 2022 un total de u$s3.853 millones, el acumulado de los primeros cuatro meses de este año descendió a u$s3.151 millones.
La cara visible y más difundida de ese descenso en los subsidios energéticos -que le permite al Gobierno mostrarles a los técnicos del Fondo que está haciendo parte de los deberes para bajar el déficit fiscal- han sido los aumentos en las facturas de luz y gas que se vienen aplicando desde setiembre del año pasado bajo el marco de la “segmentación tarifaria”.
Por la quita de subsidios y los ajustes otorgados las distribuidoras y transportistas eléctricas, los usuarios de residenciales de mayores ingresos de la región metropolitana -etiquetados como N°1- pasaron a pagar desde este mes entre cinco y seis veces más de lo que abonaron en el invierno pasado por un mismo nivel de consumo.
Por su parte, los clientes hogareños de clase media que integran el grupo de los N°3 y que no superen los topes de consumo subsidiados afrontan un aumento que oscila entre un 150% y 200%, con respecto a las facturas que habían recibido en junio del año pasado.
Energía: la caída de subsidios esconde millonarias deudas
Y en el caso de los usuarios de bajos ingresos del renglón N°2 de Edenor y Edesur, los incrementos invierno contra invierno que verán reflejados en las boletas finales rondarán entre el 60% y 90%.
Por el lado del servicio de gas, los incrementos interanuales para los hogares N°1 oscilan entre el 200% y 250%; mientras que para los usuarios residenciales N°2 y N°3 las subas entre junio del año pasado y ahora, se ubican entre el 50% y 95%, de acuerdo con las zonas geográficas y los distintos niveles de consumo.
En tanto, la otra cara menos expuesta de la caída de los subsidios a la energía se encuentra por el lado de la marcada morosidad en los pagos de las facturas a los generadores y transportistas eléctricas que está acumulando la Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) desde principios de año.
El atraso en las transferencias que Economía debe girarle todos los meses ha llevado a la Cammesa a estirar los pagos de manera significativa. Las facturas de los generadores y transportistas que se abonaban tradicionalmente a 30 y 45 días ahora se están cancelando en forma parcial y con una demora que oscila entre 120 y 150 días.
La consultora Economía y Energía (E&E) -que conduce el exvicepresidente de YPF, Nicolás Arceo- destacó que “la disminución de los devengamientos a Cammesa a lo largo de los últimos meses se tradujo en un atraso significativo en el pago de las transacciones. Las transferencias de Economía en el primer cuatrimestre de 2023 fueron casi un 50% inferiores a las verificadas en idéntico período del año anterior”.
Tomando en cuenta los datos relevados por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), la consultora E&E estimó que si los pagos a la Cammesa se encontraran al día, la cuenta de los subsidios del primer cuatrimestre no estaría dando una caída, sino un aumento con respecto al año pasado.
Del total de u$s3.151 millones que el Estado destinó en subsidios al sector energético entre enero y abril de este año, el 56% -u$s1.641 millones- se direccionaron a la caja de la Cammesa. Ese monto equivale a casi un 50% menos que los u$s3.270 millones que había recibido en el primer cuatrimestre de 2022.
Generadores y transportistas de energía esperan negociar con el próximo gobierno
Para lo que resta del año, los generadores y transportistas consideran que los atrasos en los pagos, lejos de solucionarse, podrían empeorar ante los serios problemas económicos que enfrenta el Gobierno y que prometen agravarse ante una casi segura derrota electoral del oficialismo.
Mientras ajustan sus números para llegar a diciembre con los cobros desfasados y diluidos por la inflación, los dueños de las usinas y los operadores de las redes eléctricas ya se preparan para negociar con las próximas autoridades algún esquema de pago de las facturas que deje sin pagar el actual gobierno.
La otra gran receptora de los subsidios energéticos es la empresa estatal Enarsa que en los primeros cuatro meses del año ya lleva acumulado un total de u$s1.214 millones.
Comparado con el mismo período de 2022, la empresa conducida por el santacruceño K, Agustín Gerez ha recibido u$s884 millones más para afrontar las compras anticipadas e impostergables de los cargamentos importados de GNL, destinados a garantizar el abastecimiento de gas en el período invernal.
Fuente: Iprofesional