Un grupo de legisladores de la UCR pretende limitar la actividad de las petroleras; el Ejecutivo, que se opone a las restricciones, prefiere desregular.
Si bien el presidente Fernando de la Rúa se mostró dispuesto a tomar medidas contra las petroleras que insistan en elevar el precio de los combustibles, en el oficialismo existen diferencias de criterio a la hora de analizar posibles controles al mercado de las naftas.
Mientras que un grupo de senadores de la Alianza impulsa un proyecto de ley que fija una manifiesta regulación del mercado petrolero, desde el Poder Ejecutivo, el secretario de Energía, Daniel Montamat, anunciará hoy en el Congreso una batería de medidas que apuntan, antes que a regular, a promover una mayor competitividad. La intención, en ambos casos, es bajar el precio de las naftas.
Montamat fue convocado para hoy, a las 17, a la Comisión de Energía de la Cámara baja para brindar un diagnóstico de la situación en la que se encuentra el mercado petrolero argentino a raíz de las conductas de algunas empresas calificadas como “oligopólicas” por el Gobierno y la oposición. Altas fuentes legislativas adelantaron a La Nación que el funcionario difundirá por lo menos dos medidas concretas tendientes a promover la competitividad en el mercado de los combustibles.
Entre los anuncios de Montamat figura que se extienda la posibilidad de que se comercialicen naftas en los supermercados. También se promoverían mecanismos para aumentar la importación de combustibles que hasta ahora está acotada por problemas de almacenaje. Por medio de estas iniciativas, el Ejecutivo quiere incentivar la competencia en un mercado que está controlado en un 87 por ciento por las empresas Repsol-YPF, Esso y Shell.
Desde el Gobierno se descartó terminantemente la idea de impulsar medidas de control de precios sobre las naftas porque creen que eso fomentaría el mercado negro de los combustibles.
Pero la batería de iniciativas que hoy adelantará Montamat en Diputados contrasta con las soluciones posibles esgrimidas por los senadores de la Alianza. El jefe de bloque de senadores del radicalismo, Raúl Galván (La Rioja), junto con sus pares Luis León (UCR-Chaco) y Alberto Maglietti (UCR-Formosa), presentó un proyecto de ley que impulsa una prohibición de la venta en el país de los combustibles líquidos a un precio superior al impuesto en el mercado internacional. De esta manera, los senadores aliancistas instarían al Gobierno a fijar una suerte de control de precios regulado por el mercado mundial, posición que no comparte el Ministerio de Economía.
Los senadores de la UCR también presentarán un proyecto de declaración por medio del que exigirán al Ejecutivo que adopte medidas para evitar los abusos de posición dominante en que incurren algunas petroleras instaladas en el país.
Paralelamente, el grupo de legisladores encabezado por Galván planteará al Gobierno que Repsol- YPF cumpla con los contratos firmados en el momento de la privatización de la petrolera. En ellos se determinó que la compañía debía desprenderse de un listado de estaciones de servicio que, no obstante, aún permanecen bajo su control.
Por otra parte, el diputado Mario Cafiero (PJ-Buenos Aires) presentó ayer un proyecto de ley que impulsa medidas impositivas y de desregulación del sistema de comercialización. Esta iniciativa apunta a bajar en un 20% el precio de las naftas. Cafiero pidió una sesión especial para pasado mañana con el fin de analizar el funcionamiento del mercado de los combustibles en el país. Pero esa iniciativa no tendría respuesta favorable del bloque mayoritario de la Alianza que se dispondrá a debatir el proyecto de ley de emergencia económica.
Martín Dinatale, para La Nación.
Fuente: Nuevo diario web