Sobreviven a la avanzada de los SUV. Se destacan por ofrecer generoso espacio interior, adecuada calidad y motores confiables. ¿Cuál es mejor?
ese a que los SUV han copado todos los segmentos del mercado, entre los autos compactos todavía hay vida para algunos sedanes.
Tal es el caso del Nissan Versa y el Volkswagen Virtus, modelos fabricados en México y Brasil, respectivamente, que llevan algunos años en el mercado siendo una opción interesante para aquellas familias que precisan de generoso espacio y tecnología a bordo.
Durante los próximos meses es probable que ambos reciban algunas actualizaciones estéticas y de equipamiento, pero mientras tanto merece la pena analizar los pro y contra de cada uno, ya que siempre son una alternativa para quienes están pensando en la compra de un 0km.
Repasamos las características de estos dos autos que hoy enfrentan al número uno en ventas del país, al Fiat Cronos.
Versa vs Virtus: uno más moderno, otro más sobrio
La primera gran diferencia de este comparativo tiene que ver con la propuesta estética de cada modelo. Mientras el Nissan es más moderno y bastante osado por tratarse de un clásico sedán del segmento B, las líneas del Volkswagen resultan más genéricas y sobrias: tal es así que de frente es idéntico al Polo, su hermano hatch con el cual comparte plataforma.
Estructuralmente casi no hay diferencias. El Versa mide 4.495 mm (1 cm más que el Polo), mientras que la distancia entre ejes de 2,62 metros es apenas 3 cm menor que la del Volkswagen.
Estas cotas dan cuenta que ambos ofrecen un generoso espacio interior (levemente mejor en el Virtus) sobre todo para quienes viajen en las plazas traseras.
Sin embargo, la curvatura del techo del Nissan en este sector atenta contra la postura adecuada de pasajeros que superen los 1,75 m de estatura y además el VW dispone de salidas de climatización.
Lógicamente en este tipo de carrocerías la capacidad del baúl resulta un ítem fundamental. En este apartado el Virtus es un claro vencedor no sólo por el volumen de carga (521 vs 482 litros) sino también por la disposición interna de ese espacio.
Lamentablemente, ambos cuentan con rueda de auxilio de uso temporal (la del Virtus es más grande), pese a que debajo del baúl ofrezcan espacio suficiente para colocar allí una homogénea.
Comodidad y calidad al volante: diferencias entre VW y Nissan
La posición de manejo es cómoda en ambos, ya que se puede ajustar en altura y profundidad tanto la columna de dirección como las butacas. Pero cabe mencionar que en el Virtus se viaja más bajo y el apoyabrazos central resulta más útil en el Versa.
Siempre hablando de las versiones tope de gama de cada uno, los asientos son mullidos (más anatómicos los del Nissan) y cuentan con tapizado de cuero ecológico en el Versa mientras que los del Virtus son de tela.
Dentro del habitáculo se respira una calidad notablemente superior en el Versa, dado a que sobre el panel de a bordo y las puertas hay revestimientos que lo jerarquizan. También son mejores las terminaciones y la calidad de los plásticos respecto del Volkswagen.
Aquí es necesario señalar la procedencia de cada uno. El Virtus se produce en Brasil y tiene como principal “target” al Mercosur, mientras que el Versa mexicano está orientado principalmente al mercado norteamericano, con el estándar de calidad que ello implica.
En cuanto a lo tecnológico el Volkswagen saca una pequeña ventaja. Por ejemplo, el tablero de instrumentos es ciento por ciento digital y allí se puede visualizar el navegador satelital nativo del modelo, en tanto que el del Nissan análogo-digital, pero con generosa información.
Ambos disponen de una central multimedia compatible con Android Auto y Apple CarPlay, cuya pantalla táctil se sirve también de botones físicos. En el caso del Versa 7 pulgadas mientras que en el Volkswagen de 10″. También cuentan con climatización digital, pero ninguno dispone de cargador inalámbrico para teléfonos celulares.
Mecánica y andar de cada auto
Al menos por el momento, ninguno de los modelos aquí analizados se sumó a la creciente moda del “downsinzing”, es decir, la de utilizar motores nafteros de tres cilindros, turboalimentados, y de baja de cilindrada. Ambos recurren a un clásico impulsor 1.6 aspirado. En el caso del Volkswagen la potencia es de 110 caballos, mientras que en el Nissan asciende a 118 CV.
La transmisión, en tanto, es automática de seis velocidades en el Volkswagen y de variador continuo (CVT) en el Nissan. Cabe destacar que si bien las dos selectoras ofrecen modo secuencial, sólo el Virtus cuenta con levas detrás del volante.
En ningún caso las prestaciones son estridentes, pero el Versa es un tanto más eficiente en varios aspectos. Por ejemplo, para acelerar de 0 a 100 km/h necesita de 11,2 segundos (uno menos que el Volkswagen) mientras que la velocidad máxima también es superior a la del Virtus: 180 vs 174 km/h.
En cuanto al consumo de combustible el sedán mexicano es también superior al brasileño, pese a que la respuesta de la caja es más remolona y eso hace que el motor viaje más enroscado. El rendimiento promedio del Versa se establece en 16,6 km/l (con una excelente performance urbana de 11,1 km/l) mientras que el Virtus supera apenas los 11 kilómetros por cada litro de combustible.
El punto negativo del Nissan es su acotada capacidad del tanque de combustible (41 litros) que limita su autonomía, sobre todo en comparación a los 50 litros del Volkswagen.
Los dos ofrecen buen confort de marcha y suspensiones mullidas para el uso diario. En ruta también se advierten sólidos, pero para nuestro gusto el chasis del Versa se siente más firme al momento de exigirlo en altas velocidades.
Si bien ambos cuentan con dirección eléctrica, como es habitual en Nissan, la respuesta es extremadamente liviana y resulta muy placentera para maniobrar en ciudad. En cuanto a la respuesta de los frenos, si bien ambos disponen del obligatorio ABS, equipan tambores en el eje trasero: en las pruebas de rigor para detenerse por completo desde los 100 km/h el Virtus necesitó de 38 metros mientras que el Versa de 42 m.
Equipamiento de seguridad y precio de ambos autos
Aunque suene reiterativo la coyuntura del mercado argentino obliga a aclarar que los precios de lista publicados por las terminales en sus sitios web distan bastante de la realidad: en los concesionarios ese valor es superado entre un 20 y 30 % dependiendo del modelo y versión.
Pero basándonos en lo que cada automotriz publica, actualmente los valores de los modelos aquí comparados no son muy distintos: mientras el Volkswagen Virtus Highline AT cuesta 6.652.100 pesos, el Nissan Versa Exclusive CVT se ofrece a 6.508.800 pesos.
Ahora bien, más allá de esta paridad en el valor hay que poner en la balanza lo que ofrece cada uno en el apartado de seguridad, donde claramente el modelo de Nissan está a la vanguardia.
Más allá del obligatorio control de tracción y estabilidad, y contar anclajes para sillas infantiles y cinco cinturones inerciales de tres puntos, el Versa toma ventaja por ofrecer seis airbags (cuatro en el Volkswagen) e incorporar varias asistencias a la conducción (ADAS) como cámara de visión periférica con detección de objetos en movimiento, alerta de tráfico cruzado, alerta de colisión frontal y frenado inteligente de emergencia. 7
Y si bien sendos modelos cuentan con control de velocidad crucero, lamentablemente en ningún caso es del tipo adaptativo.
Fuente: Iprofesional