La salida del jefe de asesores del presidente todavía resuena en la Casa Rosada. Las exportadoras, en tanto, ya se comprometieron a reanudar las operaciones.
En marzo, Aracre se refirió a la necesidad de un desdoblamiento cambiario, lo que molestó a Massa, quien estaba en Panamá cuando se enteró.
Otro de los motivos de discordia fue cuando el exCeo habló de la necesidad de discutir una reforma laboral y el kirchnerismo salió a cruzarlo. En esa oportunidad, el exjefe de asesores aclaró que hablaba en nombre propio y no en representación del Gobierno.
Ahora, los esfuerzos de la Casa Rosada se centran en cerrar filas detrás de Sergio Massa para volver a empoderar al ministro de Economía, quien estuvo en Washington días atrás, al tiempo que intenta obtener adelantos por parte del FMI para robustecer su poder de fuego y enfrentar la corrida cambiaria.
Fuente: Ambito