Según la Bolsa de Comercio de Rosario la campaña de la oleaginosa alcanzaría apenas las 27 millones de toneladas. El peor volumen desde el ciclo 1999/2000. El primer trimestre se perfila como el de menor ingreso de dólares desde 2003.
Con este duro contexto, hacia adelante todo hace prever que la liquidación de divisas del campo esté lejos de despegar. Más allá de que entre fines de abril y principios de mayo ingresaría el grueso de los dólares de la cosecha de soja y maíz, se espera que el productor que tenga espalda financiera para hacerlo venda lo justo innecesario. Las cuentas son bastante claras, según relevamientos privados el 70% de la producción agrícola nacional está en manos del 30% de los productores, es decir que hay un 70% de pequeños y agricultores chicos y medianos que aportan apenas el 30% de los granos que se producen en la Argentina. Estos últimos son los más afectados y los que tendrán que vender rápido.
En la vereda de enfrente los grandes productores que en realidad son los que mueven y producen el grueso de la cosecha de granos, venderían lo justo y necesario para asumir sus compromisos financieros luego de la fuerte sequía. En tanto conservarían lo mayor posible de grano, principalmente la soja, como refugio de valor. A partir de allí será el Gobierno el que tendrá que definir si implementa algún tipo de cambio diferencial para acelerar el ingreso de dólares en meses claves para la economía.
Fuente: Ambito