La cosecha sería de apenas 33,5 millones de toneladas y faltaría materia prima para abastecer a la industria de la molienda.
En tanto, el interrogante que abre hacia adelanta Preciado Patiño, es si el Mercosur cuenta con soja disponible para que Argentina pueda abastecerse de la materia prima suficiente para sortear esta situación. El analista explica: “Paraguay va a recuperar su producción a entre 8,5 y 9,0 millones de toneladas, lo cual le da mayor volumen de exportación a su principal destino que es la Argentina. En tanto Brasil arrancó una súper cosecha de 153 millones de toneladas y tendrá resto para abastecer a nuestro país. Pero en 2022, frente a la falla de la cosecha paraguaya, fueron Uruguay y Bolivia los que crecieron como proveedores. Para sostener lo que viene, ambos orígenes deberían mantener el nivel de 2022, recuperando Paraguay y sumando más de Brasil. En síntesis, hay una necesidad de la industria aceitera de importar soja para mantener la actividad, y existencias en el resto del Mercosur para proveerla. La cuestión se dirimirá en función de los márgenes del crushing”.
En paralelo Preciado Patiño advierte una cuestión fundamental con la mirada en el mediano y largo plazo: “La soja es el principal complejo exportador de la Argentina y el que más divisas generas. Es indispensable que haya un acuerdo público, privado y de la política para que crezca la producción de este cultivo a un piso de 60 /65 millones de toneladas, manteniendo el área sembrada pero con más productividad. Que haya menos grano de la oleaginosa ya sea por menor área sembrado, caída de productividad o cuestiones climáticas es un problema para la Argentina”.
Heladas y falta de lluvias
En este contexto de extrema preocupación en el sector de la molienda de soja, uno de los que más divisas aportan al país y que desde que hace años trabaja con capacidad ociosa, se conocieron esta semana las nuevas proyecciones de cosecha de soja y maíz que trajeron nuevas malas noticias.
Concretamente, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires llevó a la producción de soja hasta las 33,5 millones de toneladas, mostrando así una caída de 4,5 millones de toneladas respecto a la proyección previa. Las heladas del último fin de semana asociadas a la falta de agua que venía sufriendo el cultivo generaron la pérdida de más hectáreas productivas. Por el mismo motivo la cosecha de maíz sería de apenas 41 millones de toneladas, es decir 11 millones de toneladas menos que el ciclo anterior. Finalmente, para colmo de males, todavía puede haber más recortes porque las precipitaciones siguen sin llegar a la zona núcleo y recién para la primera semana de marzo se aguarda un frente de tormenta de moderada intensidad.
Fuente: Ambito