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Las centrales hidroeléctricas continúan con caudales muy bajos, y las plantas termoeléctricas que funcionan con combustibles fósiles deben abastecer la demanda.

La Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) continúa comprando combustible para mantener en funcionamiento las centrales termoeléctricas que abastecen de la electricidad necesaria a Uruguay en el contexto de la sequía que afecta a todo el país, y dicha operación le cuesta 1,5 millones de dólares diarios.

El déficit hídrico no parece estar cerca de acabarse, y el caudal en las centrales hidroeléctricas no es suficiente para generar la energía necesaria cuando, habitualmente, se encargan de cubrir un mayor porcentaje de la demanda eléctrica. Frente a esto, UTE debe comprar combustible a la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) para mantener operando las plantas termoeléctricas —que suelen ser de apoyo—, por un promedio de un millón y medio de dólares por día, tal y como confirmó la presidenta de la compañía estatal, Silvia Emaldi.

El impacto económico es grande, sobre todo si se considera que 15 días atrás, el promedio diario de gasto era de un millón de dólares. Si la sequía continúa tal y como hasta el día de hoy, el costo de mantener cubierta la demanda eléctrica a través de las centrales termoeléctricas de ciclo combinado —las cuales utilizan combustibles fósiles— seguirá elevándose. Si bien, según Emaldi, estaba programado en la planificación financiera tener este gasto alto de combustible a principio de año, con un gasto de 186 millones de dólares en combustible.

La empresa busca importar energía desde Brasil

Si bien la presidenta de UTE insiste en que el gasto elevado en combustible entre enero y abril es algo que sucede año tras año, la empresa estatal eléctrica estudia la posibilidad de importar energía desde Brasil para reducir los costes que implica satisfacer la demanda durante la sequía.

El país norteño está teniendo excedentes de energía a raíz de las abundantes lluvias, por lo que comprar esa energía le costaría prácticamente la mitad a UTE de lo que sale producir en las centrales termoeléctricas, en tanto el precio está por debajo de los 100 dólares el megavatio por hora, mientras que en el sistema actual, tiene un costo de 189 dólares.

Sin embargo, en Brasil hubo algunos cambios en la normativa, por lo que todavía no están habilitados todos los trámites para que se pueda importar energía hacia Uruguay. Además, hace falta un decreto del Poder Ejecutivo del país vecino que autorice los contratos de compra-venta. Por esto, se estima que la importación sea posible recién a mediados de febrero.

 

Fuente: Ambito