Los precios internos siguen deprimidos: en 2022 el producto subió casi 40 puntos por debajo de la inflación. Para este año preocupa la menor demanda de China y valores en baja.
En el mercado doméstico lo que se espera en el corto plazo es una lógica corrección de precios. La faena anticipada, producto de la sequía, colaboró en la contención de los valores de los animales en pie pero en el mediano plazo se espera una suba de los valores ante la menor disponibilidad de stock. El consumo local sigue siendo el gran interrogante en el mediano plazo teniendo en cuenta el peso que ejerce el menor poder adquisitivo de la población y el cambio en los hábitos de consumo en donde el pollo y el cerdo ganaron terreno en la mesa de los argentinos.
En tanto, respecto al mercado internacional, el escenario tampoco parece ser muy sencillo. Al respecto desde el Mercado Ganadero de Rosario, Rosgan, explican: “Para 2023 se espera que la producción de carne vacuna disminuya ligeramente a nivel mundial debido a la recesión económica que enfrentaremos durante gran parte del año. Por el lado de la oferta, los altos costos de producción incluyendo insumos básicos, mano de obra y costo del capital mantendrán al sector productivo en alerta, impartiendo mucha cautela al momento de definir los programas de producción”.
A su vez, “por el lado de la demanda, se espera que el consumo de carne vacuna a nivel mundial experimente una ligera reducción este año. En Europa, el consumo de carne vacuna registrará nuevas bajas; en un contexto de elevada inflación y fuertes incrementos en el costo del gas y la energía, el consumidor deberá transitar un nuevo año con presupuesto restringido. Asimismo, también se espera para China una menor demanda de importaciones que en 2022. Este último dato que, a priori, constituiría un factor de presión bajista sobre precios no puede dejar de considerarse en el marco de la incertidumbre que impera en torno las consecuencias de la reciente liberación de los controles sanitarios anunciada por el Gobierno, previo a las festividades del Año Nuevo Lunar. Sin dudas 2023 no será el año en el que veremos nuevos récords en el precio de la carne. La producción en todo el mundo está buscando un nuevo equilibrio de costos y precios acordes a las actuales restricciones”, adelantan desde la entidad rosarina.
En definitiva, que el consumo de China no despegue es una muy mala noticias para el mercado argentino ya que alrededor del 90% de las exportaciones locales son con destino a este país. La caída de los precios internacionales y los altos costos de producción serán otros de los escollos que deberá sortear el sector frigorífico durante este 2023. Un año con diversos desafíos y sobre todo con la sequía que atraviesa los campos argentinos que le mete más presión a un negocio clave en el aporte de divisas y generación de empleo.
Fuente: Ambito