El ingreso de divisas de diciembre sería de más de u$s3.500 millones. Se vendieron más de 5,7 millones de toneladas.
La segunda edición del dólar soja también dejó un balance positivo para los productores agropecuarios que vendieron la mercadería que mantenían en sus silos. Es que la mercadería disponible llegó a pagarse más de $100.000 por tonelada, algo inédito en el mercado y que incluso hizo saltar los registros de ventas que no estaban actualizados para anotar seis cifras.
Si bien el programa inició con valores promedio por arriba de los $80.000 la tonelada, en la segunda jornada se sintió una baja considerable que retrajo las ventas. En seguida los agroexportadores tuvieron que salir a mejorar los valores y eso terminó por convencer a los productores agropecuarios que incluso recibieron bastante más que en el primer programa del dólar soja cuando en promedio la tonelada se llegó a pagar unos $70.000.
De cualquier manera el balance de ambos programas que buscaron acelerar el ingreso de dólares terminó con saldo más que positivo. En diciembre las compras oficiales por parte del BCRA sumaron alrededor de u$s1.800 millones, hasta el 29 de diciembre y el acumulado se ubicó en u$s5.690 millones, superando las compras del 2021.
Lo que seguirá de ahora en más para el Gobierno será administrar el ingreso extraordinario de dólares de diciembre, mes en el que tradicionalmente cae el ingreso de divisas, para pasar con cierta tranquilidad el verano y más precisamente hasta la llegada de los dólares de la próxima cosecha de soja.
El escenario parece mostrarse complejo para el próximo año porque la sequía está complicando los planes productivos de la campaña de maíz y trigo con pérdidas que pueden superar ampliamente los u$s10.000 millones. Lo cierto es que a la par aparece una buena noticia en el horizonte y es que los precios internacionales continúan su rally alcista en la recta final del año e incluso la oleaginosa está en el terreno de los u$s550 por tonelada.
La guerra entre Rusia y Ucrania junto con la mayor apertura de China respecto a su política de Covid cero, le darían sustento a las cotizaciones de los commodities del agro, al menos en los primeros meses del año. De esta manera, a la espera de las posibles lluvias que llegarían recién en febrero, parte de las caídas productivas podrían compensarse por los altos precios internacionales. Ese sería el horizonte más promisorio de cara al próximo año pero todo todavía todo está por verse.
Fuente: Ambito