Con el objetivo de alcanzar “estabilización”, el Poder Ejecutivo suspendió el cobro del tributo creado por la ley 23.966 y lo postergó, al menos, hasta abril de 2023
El gobierno nacional tomó una nueva medida que tiene como objetivo atenuar la inflación desmedida que sufre la economía del país y los bolsillos de los consumidores argentinos. En esta ocasión, se trata de una nueva prórroga del impuesto a los combustibles creado en la ley 23.966, cuyos efectos se trasladarían directamente a los precios.
La norma, sancionada en 1998, creó un tributo que se suma al precio de los combustibles líquidos y el gas natural, con el argumento de financiar fondos de Viviendas e infraestructura en todo el país. Impone montos fijos que se calculan sobre unidades de medida de los productos derivados de petróleo y que se van actualizando en función de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide INDEC.
Desde el primer trimestre de 2021, el gobierno nacional tomó la decisión de suspender la aplicación de ese tributo, observando que de esta forma se podía aminorar el aumento sistemático de los combustibles en un marco de inflación generalizada.
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Pese a que el precio de las naftas, el gasoil y otros derivados sufrirá incrementos con un tope del 4% en los próximos meses, la aplicación del impuesto de la ley 23.966 haría que la suba sea mayor. Eso es lo que busca evitar el gobierno nacional con una nueva prórroga de la suspensión del impuesto.
En principio, el cobro de este tributo quedaría relegado, al menos, hasta el 1° de abril de 2023, según la disposición oficializada este viernes 30 de diciembre en el Boletín Oficial. La prórroga fue establecida mediante el decreto 864/2022 y lleva la firma del presidente Alberto Fernández, el jefe de gabinete Juan Manzur y el ministro de economía, Sergio Massa.
En los considerandos, el instrumento oficializado anoche explica que todos los aumentos en los combustibles se trasladan casi en forma directa al resto de los precios de la economía. Esto tiene un trasfondo sencillo de entender: el precio del combustible es uno de los costos principales para el transporte que mueve los productos de consumo. Si este aumenta, los precios finales del resto de la economía también lo hacen.
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“Con el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios, resulta razonable, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, postergar hasta el 1° de abril del año 2023 los efectos de los incrementos en los montos de los impuestos establecidos”, en la ley mencionada.
Cuánto cuesta hoy el litro de nafta súper
El primer mes del año 2023 ya tiene previsto nuevos aumentos en el combustible. Según un anuncio del ministerio de economía, el gobierno acordó con las empresas petroleras cuatro incrementos consecutivos en el precio de los productos. El primero de ellos se aplicó en diciembre, fijando una suba del 4% en naftas y gasoil. El mismo porcentaje se aplicará como incremento en los meses de enero y febrero, en tanto que en marzo el ajuste en el precio será de un 3,8%. De esta forma, el combustible habrá aumentado 15,8% en los últimos cuatro meses.
Con esta variación, el litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires alcanzará los $156,94 en el mes de enero en las estaciones de servicio de la empresa YPF. Este valor, sin embargo, suele ser mayor en las distribuidoras del interior del país.
Ese efecto es el que el gobierno busca disminuir postergando para los meses próximos el impuesto de la citada ley, que impactaría aún en el precio que pagan los automovilistas.
Fuente: Infobae