El país integra el “triángulo del litio”, junto a Chile y Bolivia, que representa el 85% de las reservas conocidas de litio en el mundo. Más detalles.
El litio es un elemento químico que, en la tabla periódica, se encuentra en el grupo 1, entre los elementos alcalinos. En su forma más pura, el litio es un metal blando, de color blanco plata y que se oxida muy rápidamente con aire o agua. En cuanto a la densidad, es la mitad de la del agua, siendo el metal y elemento sólido más ligero, blando y blanco.
Al igual que los demás metales alcalinos, el litio es univalente y muy reactivo, aunque no tanto como el sodio, por lo que no se encuentra de manera libre en la naturaleza y Argentina es uno de los puntos neurálgicos para el hallazgo de este precioso metal que, más allá de su función medicinal en tratamientos de trastornos bipolares, por ejemplo, es utilizado para las baterías eléctricas.
“Triángulo del litio”
Durante los últimos años, se ha hablado mucho del litio en el país, debido a que integra el denominado “triángulo del litio”, que es la zona geográfica ubicada en el límite de Bolivia, Chile y Argentina, que concentra más del 85% de las reservas conocidas en el mundo.
En Argentina y Chile, la iniciativa que opera las minas de litio es privada, mientras que en Bolivia el monopolio lo tiene la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos desde 2008. Estos tres países exportan el material a naciones como Alemania, China, Estados Unidos, Países Bajos, Reino Unido y Rusia, naciones muy avanzadas en materia de tecnología.
Según distintos expertos, estos tres países tienen en cantidad de litio el equivalente a todo el petróleo existente en Arabia Saudita. Además, este mineral es considerado un recurso estratégico por su proyección a futuro debido a que es un insumo imprescindible para la alimentación de energía en celulares, computadoras, autos eléctricos, entre otros.
Litio en Argentina
El triángulo del litio que integra Argentina tiene como vértices al Salar del Hombre Muerto, Salar de Antofalla y el Salar de Arizaro (dentro del país); en Chile está el Salar de Atacama y el Salar de Uyuni, en Bolivia.
Teniendo en cuenta esta zona geográfica, las empresas utilizan nuevas tecnologías para la explotación de salares, con el objetivo de evitar el proceso de evaporación de las salmueras para acortar los tiempos de obtención del litio procesado.
En Sudamérica, el litio es de salar, es decir, solo se necesita un proceso de decantación que, si bien es complejo, resulta cuatro veces más económico que extraer el mineral de una roca dura, que se encuentra en su mayoría en Canadá, Australia, Portugal y Brasil.
“En caso de ponerse en funcionamiento en los próximos años el resto de los proyectos que hoy tienen menores grados de certidumbre, Argentina podría totalizar una producción de 373,5 mil toneladas adicionales a su capacidad actual de 37,5 mil toneladas”, según informe de la Secretaría de Minería de la Nación Argentina.
En conclusión, “el país contaría con un enorme potencial que le permitiría mantenerse entre los primeros productores a nivel global, e incluso mejorar la posición que tiene en la actualidad de cara a los aumentos esperados en la demanda futura”. Entre los lugares más avanzados, según los proyectos actuales, aparecen las provincias de Catamarca y Jujuy , luego, Salta.
Boom del litio
Según un informe de la Secretaría de Minería de la Nación, “las exportaciones de Litio crecieron rápidamente desde el año 2000. El aumento de los precios internacionales, conocido como el ‘boom de los commodities’, sumado a la fuerte demanda que se comenzó a registrar en dicho período, al aumento en la producción local y a la apertura de nuevos mercados para exportar que demandaban el recurso para la fabricación de baterías, fueron las causas del crecimiento de las exportaciones de litio argentinas en los últimos 20 años”.
Continúa diciendo que, “el pico histórico se alcanzó en el año 2018 con el ‘boom del litio’, y posteriormente, con el descenso de los precios internacionales también disminuyeron los ingresos vía exportaciones. Adicionalmente, en el año 2020, como ya se mencionó en otras secciones del documento, la producción se vio afectada por las medidas aplicadas en pandemia y, en consecuencia, también se redujeron las cantidades exportadas. Esto, sumado a la caída en el precio internacional, provocó que las exportaciones alcanzaran el valor de 134 millones de US$ FOB, lo que implicó una caída del 27,5% respecto del año 2019 y del 51,3% si se lo compara con el pico del 2018”.
Otros usos del litio
El litio se emplea en aplicaciones de transferencia de calor y, por su elevado potencial electroquímico, constituye un ánodo adecuado para las baterías eléctricas. Por ejemplo:
- El cloruro de litio y el bromuro de litio tienen una elevada higroscopicidad por lo que son excelentes secantes.
- Las sales de litio se utilizan para los tratamientos de manías, la depresión y la bipolaridad, como estabilizador del estado de ánimo.
- El estearato de litio es un lubricante de propósito general en aplicaciones a alta temperatura.
- El hidróxido de litio se usa en las naves espaciales y en los submarinos, con el fin de depurar el aire extrayendo el dióxido de carbono.
Fuente: Economia sustentable