Invirtieron más de u$s1 millón para construir un tambo robotizado en Tandil. Las bondades de este modelo y cómo está la industria láctea
En una Argentina atravesada por la crisis económica y por la inflación que afecta a productos básicos en la alimentación de la población, como la leche, aún hay emprendedores que se proyectan dentro de la industria láctea. Es el caso de Noorden, que busca darle una nueva dinámica a los tambos robotizándolos. Así, la transformación digital entra de lleno en un sector muy ligado al trabajo manual.
Lo cierto es que, contrario a lo que se puede pensar, la industria está en crecimiento. Por lo menos en lo que a consumo se refiere. En 2021 los argentinos tomaron 188.8 litros por persona, un número mayor que antes del comienzo de la pandemia. Sin embargo, destaca el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), este alimento no llega a todas las familias como debiera.
Noorden no es una empresa nueva en el negocio, está activa desde 2017. Pero sí está empezando a cambiar, de algún modo, el juego cuando inauguró, en Tandil, el Establecimiento La Colorada”.
“Concebimos la idea de La Colorada a fines de 2021, y se empezó a construir en abril de este año. Surgió como extensión de la actividad con que iniciamos la empresa Noorden”, cuenta Agustín Orella, socio fundador de Noorden.
Emprendedores pioneros
La Colorada es el primer tambo robotizado, energéticamente sustentable y abierto a la comunidad. Para esto fue necesaria una inversión total de 1.300.000 de dólares.
“El proyecto tiene un triple propósito: la producción y comercialización de leche; funcionar como tambo demostrativo, para que los productores interesados puedan visitar y conocer la tecnología que se utiliza, y para visibilizar a la sociedad que la producción de leche puede ser sustentable en el plano económico, social y ambiental”, resalta Orella.
Para conocer cómo se llegó a La Colorada, es necesario pasar previamente por los cuatro años que desde Noorden representaron a la firma Lely, desde la cual acompañaron a una docena de productores lecheros que fueron robotizando sus tambos. Estos productores son claves en el nuevo proyecto, ya que se convirtieron en inversores.
“Todos ellos mostraron gran satisfacción con la decisión de inversión, así que empezamos a pensar en armar un tambo con un triple propósito“, cuenta el fundador.
Leche, campo y energía
La particularidad de La Colorada es que se instaló sobre un campo alquilado en el que se venía haciendo agricultura. “Esto significa que tuvimos que construir todo desde cero: desde el camino de ingreso, el galpón donde se ubican los robots, la sala de leche, la oficina, los callejones para las vacas, las bebida, los pozos de agua, las cavas. Y comprar todas las herramientas necesarias, entre ellas un tractor y un mixer y la casa de encargado”, enumera Orella.
“Pero no solo eso. También, debíamos armar la línea eléctrica al tambo junto a su transformador. Ahí es dónde surgió la posibilidad de generarnos nuestra propia energía y arrancamos un proyecto nuevo dentro del proyecto de tambo, el de energía solar fuera de red. En todo esto es que utilizamos el u$s1,3 millón”, aclara el empresario.
Toda esta movida y nueva manera de producir tiene múltiples beneficios. Desde un punto de vista de productividad, “el sistema automatizado se centra en la libertad de las vacas sin ser guiadas por humanos y se la trata como individuo en vez de rodeo (conjunto de vacas), lo que genera que puedan expresar su mayor potencial”, afirma Orella.
“Además, se recolecta muchísima información para la toma de decisiones, como por ejemplo datos de minutos de rumia, actividad de las vacas, consumo de comida, litros de leche dados y otros que nos ayudan a simplificar el día a día en el tambo”, suma el socio.
Emprendedores con planes para 2023
La industria láctea parece estar dando síntomas de recuperación. Y esto mismo ven en Noorden.
“Entendemos que la leche se va a seguir consumiendo y cada vez se le va a prestar más atención a cómo se produce esa leche. El consumidor valora una producción sustentable y va a premiar a quien más escuche esas valoraciones y trabaje e invierta para alcanzarlas”, analiza Orella.
La cadena láctea en la Argentina “tiene mucho potencial y nosotros estamos viendo que hay mucho entusiasmo por alcanzar ese potencial con pequeñas, mediana y grandes inversiones. Cada una de esas inversiones generan mayores eficiencias que en el mediano y largo plazo es lo que se necesita para crecer”, observa el empresario.
Incluso, Orella se muestra confiado en este escenario de suba de precios. “El nivel de inflación de los últimos meses genera un clima de incertidumbre en el corto plazo y hace que la toma de decisiones se haga más difícil así como el día a día de cualquier empresa o persona. En el largo plazo se debería estabilizar si queremos seguir aprovechando el potencial que tenemos como país”, dice.
¿Qué planes siguen? “Desde Noorden tenemos proyectos de nuevos tambos robotizados comprometidos y ampliaciones de los ya existentes. La automatización es un proceso que llegó para quedarse y está creciendo año a año”, afirma Orella.
“En cuanto a La Colorada, va a ser un año para disfrutar de su primer año de operación, aplicar puntos de mejora que vayan surgiendo y de compartir con clientes, amigos y la comunidad en general cómo funciona un tambo robotizado, energéticamente sustentable y en un lugar tan lindo como es Tandil”, indica el empresario.
Y, por último, desde Noorden también afirman que 2023 será un año para “aprovechar el convenio con la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCEN), para que estudiantes universitarios se puedan formar en robótica y gestión de tambos automatizados en nuestro establecimiento”, concluye Orella.
Fuente: Iprofesional