La automotriz frenó la fabricación del Cronos a raíz de las dificultades para hacerse con piezas. El nuevo sistema SIRA acumula críticas de varios sectores
El faltante de insumos importados como consecuencia de la decisión política de “cuidar” los dólares no para de hacer mella en el aparato productivo. A raíz de las trabas para el ingreso de piezas provenientes del exterior, Fiat informó su decisión de suspender la producción de su planta ubicada en Córdoba. La compañía aún no puedo ajustar su operatoria al nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y el resultado es un parate que inició durante la jornada del miércoles.
La decisión de Fiat frenó por completo la producción de unidades como el Cronos, con cese parcial de actividades en las áreas de chapa, pintura y montaje. Vía mensajes internos, la automotriz informó que la vuelta a la actividad depende de la liberación de piezas trabadas en los puertos.
No es la primera vez que reduce su ritmo de producción a la espera de la llegada de piezas, pero ahora aseguran que Córdoba está sufriendo el mayor parate de los últimos tiempos.
El impacto que tiene esta situación para la fabricación del Cronos es muy grande, ya que Fiat viene de producir 250.000 autos en su planta de Ferreyra. El modelo en cuestión lleva apenas cuatro años en el mercado y es el vehículo más vendido del país, según datos de la compañía.
Automotrices sin insumos: cómo impacta el freno a la producción
El Cronos ostenta una participación del 10,8 por ciento en la torta de rodados más producidos en la Argentina y acumula 26 meses consecutivos como el auto líder del mercado con más de 109.000 unidades patentadas desde su lanzamiento.
La situación en Fiat ocurre a sólo una semana de que Renault y Nissan también suspendieran actividades por efecto de las demoras en la instrumentación del SIRA. “Con la implementación del nuevo sistema SIRA, en Renault están trabajando para regularizar la provisión de piezas a Fábrica Santa Isabel a la brevedad”, indicó una fuente ligada a la industria automotriz.
Por ese motivo, se frenó por un día la producción de las “pick ups” Frontier y Alaskan.
A la par de lo que ocurre con las automotrices, los fabricantes de electrodomésticos y electrónica en general también enfrentan complicaciones para hacerse con piezas y repuestos para sostener la producción.
La posibilidad de faltantes pronunciados es reconocida por las entidades que nuclean a los comercializadores de artefactos para el hogar.
“Si un comerciante va a comprar televisores o aire acondicionados a una fábrica, bueno, directamente no hay. Hoy por hoy, sólo se dispone de lo que pudiste haber negociado o comprometido en meses pasados”, afirmaron fuentes del sector de venta de, justamente, electrodomésticos.
El nuevo sistema de importaciones arrancó con rechazos
Hace poco más de una semana, el debut del SIRA ocurrió acompañado de polémica y se multiplicaron las quejas y reclamos entre los industriales, la logística y el aparato de producción textil. Entidades como la Unión Industrial Argentina (UIA) anticiparon un parate profundo a partir de la imposición de estas nuevas pautas.
Tras una reunión de junta directiva, la entidad manifestó la “concreta preocupación ante las complicaciones en el acceso a insumos importados para la producción destinada al mercado interno y a la exportación”.
A tono con este malestar, desde la Asociación de Importadores y Exportadores (AIERA) también dieron muestras de malestar ante la falta de “especificaciones desde el punto de vista operativo”.
Uno de los sectores que rápidamente expuso críticas al SIRA es el de los textiles, que a través de distintos representantes anticipó la potencial paralización de la actividad si no se libera de forma urgente el ingreso a la Argentina de prendas y telas. En ese sector aseguran que el rubro está a un paso del freno total por falta de hilados y dan por descontado que faltará ropa para el invierno de 2023.
Fuente: Iprofesional