Espera que la demanda diaria de petróleo se reduzca a 2,64 millones de barriles, menos que la previsión anterior de 3,1 millones de barriles diarios.
La cifra se coloca por debajo de los 3,1 millones que proyectaba en el informe de septiembre. Además, el anuncio se produce solo días después de que la OPEP y sus aliados acordaran rebajar la producción en 2 millones de barriles por día, la mayor reducción desde el comienzo de la pandemia, para evitar la caída de los precios.
“La economía mundial ha entrado en un momento de mayor incertidumbre y crecientes desafíos, en medio de altos niveles de inflación, endurecimiento monetario por parte de los principales bancos centrales, altos niveles de deuda soberana en muchas regiones, así como problemas de suministro en curso”, añade el texto. Sin embargo, el organismo espera que la demanda en 2023 supere al nivel de 2019 previo a la pandemia.
Además, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió hoy que su país no proveerá de gas a petróleo a ningún país que aplique topes a los precios máximos de estos insumos si son de origen ruso. La Unión Europea se debate imponer estos límites a pedido de varios países, mientras que el G7 lo aplicó para el 5 de diciembre próximo.
Se suma que el monopolio estatal ruso de oleoductos Transneft declaró el miércoles que había recibido un aviso del operador polaco PERN sobre una fuga en el oleoducto Druzhba, informó Interfax, lo que forzó a cerrar el caño.
En el escenario de las expectativas, la proyección de menor crecimiento que publicó esta semana el FMI, donde espera que la economía mundial entre en recesión el año próximo, mientras se espera el dato de inflación de Estados Unidos que se dará a conocer esta semana y podría forzar a profundizar la política de fuertes subas de tasas por parte de la Reserva Federal, contribuyen a la tendencia a la baja del petróleo.
Fuente: Ambito