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En la Ley de Presupuesto la secretaria de Agricultura marcó los lineamientos para el próximo año. Los pequeños productores y las cooperativas tendrán un rol fundamental.

A pesar de que el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, declaró enfáticamente que la intención del Gobierno hacia el año que viene es no tocar las retenciones, el campo continúa en alerta por un artículo del presupuesto 2023 que le devuelve las facultades al Ejecutivo para incrementar el tributo para los cereales y la carne sin pasar por el Congreso. Lo cierto, es que desde el oficialismo explican “que no hay voluntad política ni interés económico” en incrementar los derechos de exportación porque eso implicaría un nuevo enfrentamiento con el sector que hoy el propio ministro de Economía, Sergio Massa, busca no generar.

En líneas generales lo estipulado en el artículo 96 del Proyecto de Ley del Presupuesto 2023 es que se le devuelve la facultad al Ejecutivo para modificar los derechos de exportación hasta diciembre de 2023. Algo que no se logró este año ya que el Presupuesto 2022 no fue aprobado por el Congreso. En retrospectiva sería volver a tener la posibilidad de incrementar las retenciones de los cereales desde el 12% al 15% y de la carne desde el 9% hasta el 15% sin pasar por el Congreso.

En este marco desde la secretaria de Agricultura remarcan que la gestión de la cartera de cara al próximo año y que también está contemplado en el Presupuesto 2023, será darle mayor protagonismo a las economías regionales, pequeños y medianos productores, cooperativas y aquellos sectores que tienen gran potencial en la sustitución de importaciones y en la generación de divisas como lo es la acuicultura. Para cada uno de estos sectores ya se están conformando programas especiales a los que se les destinarán fondos no reintegrables en la mayoría de los casos.

En cuanto a la ganadería se continuará con el Plan Ganadero lanzado por el ex ministro Julián Domínguez que busca incrementar la disponibilidad de carne en el mercado interno y de esta manera salir de la continua encrucijada entre exportar o abastecer la demanda local.

También se continuará con el programa que busca que haya una mayor inversión en tecnología por parte de las empresas del sector y para eso la fiscalización de las semillas volverá a tener un rol clave en la gestión de la secretaria de Agricultura.

A modo de resumen Bahillo explicó que “las economías regionales son primordiales para nuestro país porque significan generación de mano de obra y desarrollo para cada provincia. Por eso, seguiremos mejorando la infraestructura a través de la inversión en obras y conectividad para las zonas rurales”.

En cuanto a uno de los sectores más vulnerables del negocio agropecuario detalló: “Todas las cadenas de valor precisan rentabilidad y sostenibilidad económica, pero el mercado no siempre se comporta de manera armónica. Nuestro deber es ordenar situaciones que van en detrimento de los sectores más vulnerables: las y los pequeños productores”.

Hacia adelante el ministro Massa se ilusiona también con la pronta aprobación de la Ley Agroindustrial ya que como líder de la Cámara de Diputados fue uno de los impulsores de este proyecto que fue acercado por el Consejo Agropecuario Argentino. Esta Ley según adelantan en el ministerio de Economía traería concretos beneficios para los productores agropecuarios y ganaderos que realicen inversiones de capital o en tecnología. En definitiva, el eje que plantea el Gobierno para el campo de cara al 2023 es tener al sector como aliado y no como enemigo, por eso una suba de retenciones no se piensa como posible en este contexto.

 

Fuente: Ambito