En el mercado circulan más de 1,7 millones de autos a gas; todo lo que hay que saber sobre la alternativa: el costo de instalación, la diferencia en el consumo frente a la nafta y el gasto en revisiones
Seguramente estés familiarizado con el GNC, pero nunca está de más hacer un breve repaso sobre qué es y cómo funciona. Sus siglas responden a gas natural comprimido y prácticamente lo definen de cuerpo entero: es un combustible almacenado a alta presión que reemplaza a los hidrocarburos.
Esta alternativa data de mediados de los 80 y según la cámara argentina del GNC, se creó “un sector económico que rápidamente evolucionó y, en muy pocos años, sus exportaciones alcanzaron los cinco continentes y su experiencia se ha convertido en un marco de referencia internacional”. Y esta visión se apoya en lo que vemos día a día, con una red de estaciones de carga visible y, sin ir más lejos, taxis, amigos o conocidos que se apoyan en este sistema. En 2022, hasta julio, en la Argentina hay habilitados 1.780.000 de autos a GNC, de los cuales el 96% (1.720.000) es de uso particular.
Cómo funciona
Actualmente los equipos de GNC transitan su quinta generación. Con el correr de los años, los equipos fueron evolucionando y adecuándose a las últimas tecnologías y es por eso que, dependiendo del auto que tengas (principalmente su antigüedad), puede que no necesites lo último. Para que te des una idea, los de tercera y cuarta generación trabajan de forma aspirada mientras que en la actual, el gas se inyecta de manera secuencial.
Lo que recomiendan en los negocios especializados es usar como referencia el año del auto: hasta el 2009 se pueden colocar de tercera o cuarta mientras que 2010 en adelante es aconsejable los de quinta. Lo ideal, por supuesto, es que cuando pidas el turno especifiques el auto, modelo y año y ahí te van a indicar qué generación es acorde.
¿Cuáles son los pasos para hacer la conversión a un equipo nuevo? Lo primero y fundamental es concurrir a un taller de montaje habilitado. La lista la podés chequear acá (https://www.enargas.gob.ar/secciones/gas-natural-comprimido/sujetos-gnc-habilitados.php) o bien visitar el sitio de Enargas (https://www.enargas.gob.ar/secciones/gas-natural-comprimido/tramites-gnc.php). Por lo general la instalación demora un día, aunque si el tubo va debajo del chasis (siempre y cuando se mantenga un despeje de 25 centímetros) puede llevar un poquito más. A la hora de elegir el tubo, se puede optar por varias medidas que van desde 20 a 60 litros y, por supuesto, cuanto más grande, mayor es la autonomía aunque también ocupará mayor espacio.
Una vez finalizada la conversión, el taller tiene que darte una oblea de habilitación adherida en el ángulo superior derecho del parabrisas (sin ella no podés repostar), el formulario de la ficha técnica, la cédula de identificación del equipo de GNC y el manual de instrucción para el uso del equipo. Es importante que verifiques que todos los datos de la ficha técnica y de la cédula del equipo sean correctos e igual de importante, que conserves la oblea habilitante adherida al parabrisas de tu vehículo. Y ojo, porque si se te rompe el parabrisas y necesitás cambiarlo, la oblea de habilitación para la carga de GNC pierde automáticamente su vigencia y tenés que realizar una nueva revisión de tu equipo.
Y hablando de chequeos, también tenés que tener en cuenta que hay una revisión anual y una quinquenal (cada cinco) que, lógicamente, se puede realizar en talleres habilitados y supervisados por su representante técnico.
¿Y si estoy por comprar un auto usado ya convertido? Lo ideal es que chequees en la web del Enargas si el cilindro o el regulador presentan alguna denuncia y, también clave, que lo revises periódicamente.
Por último una referencia: desde el 1° de enero de 2022, se encuentra vigente la oblea de habilitación para Equipos Completos de GNC cuyo vencimiento operará durante 2023, su color es “verde especial” y su numeración arranca en 41.279.001.
Inversión y costos
La dicotomía nació posiblemente en simultáneo con la nueva tecnología y hasta el día de hoy forma parte de una de las grietas más protagonistas en la industria automotriz: ¿conviene el GNC? La respuesta corta y en una comparación directa por costo respecto de la nafta y/o el diesel es que sí y acá te lo desgranamos.
El gran protagonista de la ecuación que hay que despejar es el costo de la instalación, que a agosto de 2022 está entre $120.000 y $150.000 para un Fiat Cronos, que elegimos como ejemplo por ser el auto más vendido del país de los últimos años. Este valor es una referencia y por supuesto que algunos locales ofrecen cuotas con y sin interés y precios variables.
De acuerdo con el ente nacional regulador del gas, el precio promedio del metro cúbico de GNC arrancó en 2022 a $51 pesos (enero) y en julio ya había aumentado hasta $71,2 (está atado al precio de la nafta), con lo cual llenar un tubo de 60, en el que caben 15 m3 (en condiciones ideales), costaba el mes pasado $1080. Si bien son valores referenciales oficiales, pueden encontrarse precios mejores o incluso mayores.
Ahora bien, ¿cuánto rinden esas cargas? Según el relevamiento que hicimos con varios usuarios, el tanque de 60 rinde entre 200 y 210 kilómetros, lo cual equivale a un consumo promedio de 7,5 m3 cada 100 kilómetros, es decir, 534 pesos (julio) o 5,34 pesos el kilómetro.
Volvamos al naftero. El Fiat Cronos, nuestra referencia, tiene un motor 1.3 y en las pruebas de LA NACION registró un consumo en ciudad de 9,3 litros cada 100 kilómetros lo que equivale a un costo de $1.118,79 (tomando como referencia el litro de súper a $120,3) u 11,19 por kilómetro. Así las cosas, queda claro que el costo por kilómetro del GNC es sustancialmente inferior al de un vehículo naftero.
Extras
Pero hay más cosas a tener en cuenta a la hora de pensar en un vehículo a GNC: las revisiones. Esto afecta no solo al sistema (recordá que son anuales) sino también a diferentes componentes del motor que requieren una mirada extra como las bujías, la mariposa y cualquier otro componente que esté involucrado en el sistema de admisión e inyección del motor. Todo esto implica un gasto de tiempo y dinero que también hay que tener en consideración en la cuenta final.
Pero, independientemente del dinero hay algo muy positivo que es que el GNC es menos nocivo para el medioambiente ya que no tiene contenidos de plomo ni azufre y su combustión es más limpia ya que emite menos dióxido de carbono (CO2) y dióxido de azufre (SO2).
Fuente: La nacion