Desde que asumió Pablo González como presidente, el 24 de febrero de 2021, los papeles de la petrolera argentina pasaron desde un valor de u$s4,10 hasta los actuales u$s4,61, es decir, mostraron un escuálido incremento del 12,4%.
En cuanto a la acelerada suba del precio del crudo a nivel global, puede notarse que la compañía argentina no aprovechó la oportunidad que se abrió en el mercado luego del desabastecimiento energético sostenido durante el primer semestre de 2022, ya que el precio del petróleo de referencia Brent se disparó un 41% y el WTI, en la misma línea, alcanzó una suba del 42%.
Durante estos 18 meses, los activos de la compañía estatal argentina tocaron un máximo de u$5,72 el 10 de junio de 2021. Por el contrario, hizo piso en un soporte de los u$s3,39 en los primeros días de noviembre del año pasado.
Desde ese entonces y hasta el 18 de abril de 2022, la firma de hidrocarburos transitó por una tendencia alcista, hasta que desembocó en una corrección de precios, que finalizó en su punto más bajo el 21 de julio pasado, cuando en Wall Street sus acciones llegaron a valer u$s2,91, la marca más baja que ha registrado YPF en estos dos años.
Ese nivel solo fue superado por el precio anotado tras el inicio de la pandemia del Covid-19, cuando los valores de futuros del petróleo a nivel mundial llegaron a registrar un valor negativo.
“En términos de la rentabilidad de los activos, y claramente la performance desde que asumió Pablo González no fue la mejor. Los últimos resultados fueron muy buenos, la empresa acumuló 9 trimestres consecutivos de flujo de caja libre positivo, al tiempo que estabilizó la producción y espera aumentarla 9% este año. Ello le permitiría aumentar el Ebitda a US$5.000m este año, y todo ello en un contexto de alta inflación en Argentina. La verdad que YPF logró aumentar los precios de la nafta por encima de lo que hubiera creído que era políticamente viable”, afirmó una fuente del mercado consultada por Ámbito.
Al explicar por qué su performance no fue igual a la de otras empresas que obtuvieron mejores rendimientos, el operador recordó que “YPF es una empresa mixta y, por lo tanto, no está administrada exclusivamente para maximizar el beneficio de sus accionistas”; que la compañía afrontó “un costo reputacional desde el momento que llevo adelante el canje de deuda agresivo que te dije hasta ahora y no logró recuperarse”; que “tiene más deuda y mayor exposición a lo que pueda pasar con potenciales cambios en el la accesibilidad al MULC”; por último “tiene una contingencia judicial grande”.
Fuente: Ambito