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La obra conectará Vaca Muerta con Puesto Hernández en una traza de 151 kilómetros. El destino es Luján de Cuyo y también exportar a Chile.

YPF apura la salida de petróleo desde Vaca Muertacon el proyecto de un oleoducto de 151 kilómetros que cruza varias áreas hidrocarburíferas, desde la cabecera de La Amarga Chica hasta el yacimiento Puesto Hernández de Rincón de los Sauces. Sería otra vía de evacuación urgente ante el colapso de los oleoductos en la cuenca no convencional, por la suba de producción récord en shale oil de la provincia de Neuquén.

El proyecto ya tiene el OK desde lo técnico y ambiental, y la compañía pretende invertir unos u$s 250 millones para sacar 160 mil barriles de crudo por día (bpd) desde lo que se denomina la “zona caliente” de Vaca Muerta, compuesta por Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur.

Fuentes del mercado petrolero aseguran que la idea del proyecto es terminarlo en 2023 y apurar la evacuación de la producción hacia el norte de Vaca Muerta, tanto para el oleoducto que va hacia Luján de Cuyo como la conexión con el Oleoducto Trasandino SA (OTASA), que podrá empezar a despachar barriles a partir del año que viene hacia Chile.

Por los 151 kilómetros que tiene la traza del oleoducto diseñado por YPF pasan además otros bloques de operadoras de Vaca Muerta que pueden conectarse en un futuro para agregar producción de crudo. Esta iniciativa aún no está definida, pero forma parte del proyecto para sacar el shale oil por la frontera norte de Vaca Muerta.

YPF apura la construcción de esa vía de evacuación ante el crecimiento de la producción en Neuquén, de manera de sacar petróleo hacia el norte del país. La compañía se trazó un objetivo para el 2023 en materia petrolera y es lograr el autoabastecimiento, pero para ello necesita ampliar oleoductos.

“Son 150 kilómetros de nuevo oleoducto. Estamos hablando con distintas compañías interesadas en participar del proyecto. Es una obra clave para poder llegar a los 110.000 barriles que puede transportar el oleoducto de exportación a Chile. Ese proyecto debería estar listo para mediados de 2023”, dijeron desde la empresa.

En ese sentido, también está el proyecto de exportar crudo hacia Chile, con la reactivación de OTASA. La compañía que administra el oleoducto está realizando las pruebas de hermeticidad del ducto que cruza la frontera y se conecta con la planta en Concepción. Hace más de 10 años que el oleoducto no se usa.

Como se sabe, el clima de exportación de shale en la provincia de Neuquén creció más de un 300% durante los primeros cinco meses de este año, comparados con el mismo período de 2021, algo que genera expectativas de colocar barriles en el exterior, a un precio por encima de los u$s 100.

En mayo se registraron envíos al exterior por 1.270.000 barriles de crudo, que generaron un ingreso de 133 millones de dólares, a un promedio de cotización de u$s 105 por barril en el periodo. Si se toman en cuenta los primeros cinco meses del año, se acumularon exportaciones por 6.680.000 barriles.

En tanto que YPF está trabajando junto con Oldelval (Oleoductos del Valle), que concentra cerca del 70% de los envíos de la Cuenca Neuquina y de la cual la petrolera estatal posee un 37% del paquete accionario, en la planificación de las obras necesarias para eliminar los cuellos de botella en la evacuación de petróleo. A muy corto plazo, Oldelval puso en marcha el proyecto Vivaldi, que demandó una inversión de u$s 50 millones y servirá para evacuar un primer salto del incremento de la producción de crudo de Vaca Muerta.

Así las cosas, los planes de la compañía petrolera nacional son a contra reloj en un contexto de país que no solo necesita energía sino divisas y el camino hacia el autoabastecimiento energético. El mecanismo y la curva de aprendizaje para hacer eficiente la producción ya se lograron, pero la deuda pendiente son las vías de evacuación.

 

Fuente: Mas energia