Se esperaba que este año el cereal aporte al menos u$s4.500 millones a la economía, pero el recorte productivo complicaría el escenario. La campaña sería de 17,7 millones de toneladas.
El dato a tener en cuenta entonces es que la siembra todavía puede seguir cayendo. Y Buenos Aires, la provincia triguera por excelencia, atraviesa la peor sequía en 15 años.
“El trigo retrocedió 470.000 ha en Córdoba respecto del año pasado, la caída sería de casi del 35%. Le sigue Santa Fe con una caída del 17%, unas 230.000 menos comparando con 2021. En el norte argentino la baja sería del 19% y restaría 130.000 hectáreas. La Pampa sembraría un 14% menos y sólo Entre Ríos podría sumar 30.000 hectáreas. En Buenos Aires se ajustó área en norte de la provincia por la falta de posibilidades de siembra y en sudeste por el pase de trigo a cebada, a la espera de lo que pueda suceder de acá en más con las lluvias. Con este nuevo ajuste, el horizonte productivo (usando el rinde promedio de los últimos 5 años de 31 quintales) que se ubicaba en 18,5 millones de toneladas en junio pasa 17,7 millones de toneladas”, detallaron desde la entidad rosarina.
En este contexto, la cotización del trigo acumula esta semana cuatro caídas consecutivas y ayer cerró a u$s292,1 para el contrato septiembre. Si bien la volatilidad en los mercados está a la orden del día, desde la corredora Granar detallan: “La influencia bajista de la cosecha en el hemisferio norte y de la entrada del grano nuevo en el circuito comercial se sostiene, al igual que la presión de las perspectivas favorables para las exportaciones de Rusia, país que augura una producción récord y que redujo casi a la mitad el arancel que grava las ventas externas del grano fino”.
Fuente: Ambito