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El relato del operario superviviente aportó más detalles del trágico evento. La cadena de hechos que evidencian falta de controles de seguridad.

Marcelo Hertzriken Velasco, el abogado del gremio petrolero y quien lleva adelante la demanda contra YPF y Rakiduamn, confirmó que pedirán por “homicidio por codicia” ante la sucesión de hechos que habrían tenido como desenlace el accidente del 22 de junio pasado que le costó la vida a Víctor Vázquez, un trabajador petrolero de 32 años, y dejó herido a Hugo Rodríguez, quién brindó declaración esta semana.

Si bien fue dado de alta, Rodríguez se intoxicó con ácido sulfídico cuando intentó socorrer a su colega. El relato es clave no solo para avanzar con la investigación sobre el incidente en el yacimiento Río Neuquén, en la zona de Barda del Medio en la provincia de Río Negro, sino también para poner en debate la seguridad en la industria hidrocarburífera de Vaca Muerta.

Según el relato del petrolero superviviente, YPF había solicitado a Rakiduamn cambiar de 6 mm a 8 mm la capacidad de los caños en la locación del pozo RN-2100. Los dos petroleros advirtieron a la operadora y a la contratista que las cañerías estaban al límite, así que volvieron a los 6 mm y así dejaron el turno el día 20. Cuando retornaron al campo, sus compañeros les informaron que por los insistentes pedidos de YPF terminaron pasando a 7 mm.

Cerca de la medianoche del día 21, Vázquez y Rodríguez estaban concluyendo el enganche de la línea al mismo tiempo que realizaban tareas de purga. “Los trabajadores sabían que las líneas estaban vencidas y que las válvulas estaban sin trazabilidad”, dijo el letrado. De esas válvulas se desconocía si eran nuevas o usadas, además de que los operarios las tuvieron que buscar en la noche con la linterna del teléfono celular.

El abogado representante del sindicato petrolero explicó que este tipo de instalaciones requieren una prueba hidráulica, de las que carecían dado que el pozo estaba en actividad hacía menos de una semana. Esas pruebas necesitan una parada de planta de 24 a 48 horas.

Cuando ambos petroleros pensaron que la línea estaba bien enganchada, Rodríguez manifestó en su declaración que salió corriendo a continuar con las maniobras de purga a pocos metros. En ese momento escuchó un estallido y vio a su compañero empujado por el gas, la arena y otros fluidos. De inmediato, fue a asistirlo y así respiró los gases tóxicos.

Rodríguez comentó en la querella que en ese momento todos estaban al tanto de las fallas comunicadas y de los riesgos que implicaba una mayor presión y velocidad de arena. Las maniobras fueron a la noche y entre dos personas, cuando se recomienda cinco o seis.

“Nosotros vamos a ir ‘homicidio por codicia’ y con dolo eventual. Entendemos que la operadora YPF no veló por la integridad de los trabajadores. De la sola observación de como se desarrollaron las maniobras de separación de gas, petróleo, arena y gases tóxicos surge como evidente la absoluta despreocupación de la posibilidad de muerte. Surge una mayúscula responsabilidad de YPF y de Rakiduamn”, afirmó Hertzriken Velasco.

La querella específica contra Rakiduamn indica que que hubo conductas negligentes de la propia compañía de servicios como la recolocación de válvulas en desuso o la ausencia de precintos de inspección real, además de que tareas como la que ocurrieron en el pozo RN-2100 se realizaron de noche cuando lo más conveniente era de día. En mayo, la contratista tuvo un accidente grave con otra operadora y fue desvinculada de esas operaciones.

 

Fuente: Mas energia