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Los fondos de inversión encontrarían otros activos más rentables y retirarían posiciones. De todas formas, por ahora los valores continúan en máximos históricos.

Apenas hace unos días la soja llegó a cotizarse en el mercado de Chicago en su valor máximo histórico –u$s655 por tonelada- pero el escenario parece haber cambiado rotundamente y los precios de los commodities del agro estarían encontrando un tope o, en el peor de los casos, ingresando a una temporada a la baja. Es que luego de que se conociera la inflación interanual en Estados Unidos, que en mayo alcanzó el 8,6%, los mercados entraron en plena revolución a la espera de una posible nueva suba de tasas por parte de la FED, que impactaría directamente en el precio de los granos, con el claro objetivo de que bajen los precios de los alimentos a nivel mundial.

Concretamente, según explican desde la corredora Granar: “Con una política más agresiva en cuanto a la suba de tasas de interés la FED podría tentar a los fondos con nuevas opciones de negocios financieros para hacerlos salir, al menos en forma parcial, del mercado de materias primas como los granos, donde no solo lograron refugio frente a la inflación, sino que obtuvieron buenas ganancias, al tiempo que contribuyeron a elevar los precios de productos básicos que influyen en forma directa sobre indicadores como el IPC. Por eso, en una política contra la inflación, su masiva permanencia en este mercado de los especuladores comenzaría a ser desestimulada”.

El mercado de granos enfrenta quizás su período de mayor volatilidad de la última década y en rigor de la verdad no faltan condimentos. Luego de la pandemia de Covid, vino la aceleración de la demanda China de granos justo cuando reactivaba su economía; luego los stocks mundiales de soja y maíz se ubicaron a la baja, en un contexto además en el que que se prolonga en el tiempo el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. La inflación se convirtió entonces en un problema de todo el mundo y la suba de los precios de los alimentos y la energía responden gran parte de este fenómeno. Es por ello se espera que la FED vuelva a actuar en lo inmediato con una suba de tasas que tentaría en gran medida a los fondos especuladores que todo este tiempo sacaron jugosas ganancias en el mercado de granos internacional.

Para la Argentina este escenario se presenta como ambivalente. En primer lugar es cierto que si la soja sube en Chicago inmediatamente se revaloriza la cosecha y pueden entrar más dólares al país. Con la oleaginosa cotizando alrededor de los u$s650 la economía local recibiría al menos u$s8.000 millones extras. En la vereda de enfrente, es cierto que hay mucho más que soja y la suba del trigo, maíz y el girasol también complica a la economía local e impacta en el precio de los alimentos.

Por lo pronto, solo con saberse el dato de inflación en Estados Unidos y con la mera especulación de una política más contractiva por parte de la FED, los fondos especuladores ya tomaron algo de posición y salieron a tomar ganancias. Luego de la jornada récord del jueves se vino un viernes negro y el lunes terminó directamente con el mercado en rojo. En una sola jornada la oleaginosa perdió casi u$s14 por tonelada y cerró u$s627,40, muy lejos de aquellos u$s650 y de los u$s641 que cotizó el viernes pasado.

“Del lado de los factores bajistas hoy también se ubicó China. Ocurre que luego del impacto negativo sobre el comercio y el tráfico de cargas que implicó el cierre de Shanghái por casi dos meses para intentar contener un brote de Covid, del que recién ahora se estaba recuperando la actividad, ahora es Pekín quien debe lidiar contra el virus luego de que se detectó un nuevo brote. La chance de que otra vez se cierren comercios y se paralicen actividades genera incertidumbre sobre la demanda del principal importador de soja” explican desde Granar.

Mientras tanto, en lo que respecta al maíz y el trigo, ambos tuvieron una jornada bastante más tranquila. El maíz perdió apenas u$s1,5 por tonelada para cerrar a u$s302 mientras que el trigo cerró casi sin variaciones respecto al viernes pasado a u$s393,5 la tonelada.

De cualquier manera, los precios de los granos están en máximos históricos y en un escenario bajista la Argentina tendría un ingreso de divisas de al menos u$s38.000 millones. Solo hasta mayo pasado se liquidó el récord de más de u$s15.000 millones. Habrá que seguir al mercado de cerca, teniendo en cuenta la máxima volatilidad que muestra.

 

Fuente: Ambito