En mayo, el producto aumentó más del 6%. Los argentinos comen apenas 46,5 kilos por habitante por año. El pollo también subió casi 70%.
Ni las limitaciones a las exportaciones sirvieron para contener los valores en el mercado interno. Es que en líneas generales hay poca disponibilidad de hacienda en el mercado, en un contexto en el que crecen fuerte los costos de producción. Pero lo cierto es que los precios de la hacienda en pie habrían llegado a un techo mientras que los bolsillos de los consumidores ya no pueden soportar más subas y eso se refleja en la caída del consumo en los hogares.
Se espera que a partir de las próximas semanas se comience a notar una mayor disponibilidad de hacienda, mientras además el mercado internacional mira con temor a la política de Covid cero en China, que podría complicar las exportaciones argentinas del producto a ese país.
Por lo pronto, los precios siguen siendo los grandes salvadores del mercado internacional. En el primer cuatrimestre del año, las exportaciones argentinas de carne vacuna totalizan las 262.000 toneladas peso carcasa, 6% menos que en enero-abril del año pasado. Mientras tanto, los ingresos fueron u$s1.078 millones, 31% más que en igual período del 2021. Según indican en el sector exportador, se espera un reacomodamiento a la baja de los valores internacionales que podría complicar el negocio, pero lo cierto es que eso por el momento no se está efectivizando.
En tanto, otro dato para nada menor es que mientras los argentinos consumen cada vez menos carne vacuna, se vuelcan a sustitutos más económicos como el pollo y el cerdo, pero en ambos casos también vienen mostrando alzas más que considerables. En abril pasado la carne de pollo subió más del 10% y en la comparación interanual el incremento fue de casi el 69%. Así las cosas, comer carne es cada vez más caro y eso se hace sentir en la dieta de los argentinos.
Fuente: Ambito