El Renault 4 surgió por necesidad de competir con el Citroën 2CV, que era muy barato. Se perfeccionó, innovó y fue el más vendido en la historia de Francia
Corría el año 1960 cuando la francesa Renault tuvo que tomar una decisión rápida y efectiva, apremiada por el crecimiento de un competidor directo que había instaurado un nuevo concepto de auto barato en el mercado, como era el recién llegado Citroën 2CV.
Fue así como el equipo de diseño liderado por Robert Barthaud, realizó un gran esfuerzo por crear un auto con una filosofía totalmente opuesta a la que, hasta ese momento, seguía la firma del Rombo.
A partir de esa necesidad nació el Renault 4, conocido popularmente por varios nombres como Cuatro L, Cuatro latas, Renoleta o R4, un vehículo chico por fuera y grande por dentro, que proponía una estética totalmente opuesta al 4CV y Dauphine que imperaban en la automotriz hasta ese momento.
Lo más llamativo fue que, aunque el concepto que vendía era de auto popular, se presentó con un gran despliegue en el Salón de Fráncfort en 1961, para luego debutar con un desfile de 200 unidades de color blanco por las cercanías de la torre Eiffel, en París. No se equivocaban con la apuesta: su éxito fue tal que en 1964 ya habían fabricado 500.000 unidades y no sabían que llegaría a ser el francés más vendido de la historia.
El auto Renault 4 en detalles
Fueron varias las novedades que estrenaba el Renault 4. Entre las principales características, contaba con una carrocería montada sobre un chasis tipo plataforma, lo que para la época resultaba bastante innovador.
Además, a pesar de sus dimensiones que eran pequeñas, 3,6 m de largo y 1,5 m de alto, tenía un gran espacio interior, con capacidad para cinco pasajeros y un baúl con una capacidad de 480 litros. A esto se sumana que fue el primer auto de serie con portón, el cual contaba con un gran ángulo de apertura y permitía una accesibilidad extraordinaria, casi inédita para su época.
Otras de las grandes propuestas de este modelo era que se trataba del primer vehículo compacto posterior a la Segunda Guerra Mundial en tener el motor y la tracción en la parte delantera. A estas soluciones mecánicas se le sumaba un sistema de independiente en el eje delantero, lo que permitía un manejo más cómodo.
Bien le quedaba el nombre de “4 Latas”, ya que el Renault 4 pesaba apenas 500 kilogramos y tenía una potencia de 30 cv según el motor (podía ir de los 600 cc a los 747 cc). A lo largo de su historia se fue modernizando y fue incorporando motorizaciones más modernas y eficientes, como el motor de 852cc y la transmisión de cuatro marchas, para que luego haga su aparición un impulsor de 1.1 L con 38 CV, frenos de disco y un techo panorámico.
El Renault 4 argentino
El exitoso modelo que rompía con todos los moldes en Europa debutó en la Argentina en 1963, cuando se comenzó a fabricar en la planta IKA Renault (Industrias Kaiser Argentina, hoy Renault Argentina S.A.) en Santa Isabel, Córdoba. Tenían un motor con 845 cc que se fabricaban en Santander, España.
Su producción se extendió hasta 1987 sumando, entre sus diferentes versiones, 227.067 unidades vendidas. Se consagró como el 13º vehículo de mayor producción en la Argentina y el segundo Renault más vendido luego del R12, que es un ícono en el país.
También la estrategia de marketing y publicidad que se usaba con este modelo era bien intensa y atractiva. El eslogan publicitario con que se lo dio a conocer en el país fue “El Correcaminos”, y se lo representaba recorriendo los populares caminos de Córdoba, íconos del “Rally Mundial de Argentina”.
De estrella de cine al auto del Papa
Si bien en mecánica, economía y comodida,d el Renault 4 fue un éxito, este auto se convirtió en un símbolo de varias épocas por sus diferentes experiencias, pasando de ser protagonista de películas hasta viajero a África, auto familiar y urbano, y el vehículo de la policía francesa.
Pese a no tener ninguna apariencia ni carácter deportivo, también participó hasta en el Rally de Montecarlo y era frecuente verlo en competencias tipo rally. Incluso tenía una versión de carga o furgoneta identificada como 4F.
A sus múltiples experiencias se sumó que, a 20 años que dejara de fabricarse, volvió a tomar protagonismo cuando, el 7 de septiembre de 2013, el Papa Francisco aceptó el regalo del padre Renzo Zocca, un antiguo Renault 4L de 300.000 km con el que recorrió la Ciudad del Vaticano, un gesto de austeridad.
Renault 4, el auto francés más vendido
El Renault 4 se dejó de fabricar de manera definitiva en 1993, tras haber cumplido 32 años de vida y logrando comercializar 8 millones de unidades en más de 100 países. Sin duda, su gran éxito estuvo en que contaba con varias soluciones innovadoras, tanto en materia de diseño, como de modularidad, mecánica y desempeño.
La decisión de discontinuarlo se vio acelerada por la aparición de las norma europea Euro 1, que exigía la utilización de catalizadores así como reformas que permitieran la utilización de combustibles sin plomo, sumado al elevado costo de dicha adaptación y la edad del modelo, por lo cual aconsejaron no realizar las inversiones necesarias para adaptarlo a las nuevas normativas.
Así, el R4 dejó paso a las series económicas del Renault Supercinco que también se fabricaban en la planta eslovena en exclusiva tras la aparición del Renault Clio.
Su gran historia sigue viva, y actualmente son autos muy buscados por los nostálgicos que adoraban su fiabilidad, bajo consumo y versatilidad para todo tipo de terrenos gracias a su elevada distancia respecto al suelo y su flexible suspensión.
Fuente: Iprofesional