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El tributo a “los autos de lujo” que nació en 2014 provoca una distorsión total en el mercado argentino.

Conseguir en los concesionarios un auto nuevo por el precio que figura en la lista oficial de la automotriz es una tarea prácticamente imposible por estas horas en el mercado argentino. Para llevárselo a casa, por un 0 km hay que invertir mucho más.

Un relevamiento de TN Autos detectó que las automotrices ponen un tope en las listas de precios para que sus modelos no sean afectados por el impuesto automotor, aquel que castiga a los -mal denominados- modelos “de lujo”.

Hoy por hoy, y hasta el 31 de mayo, el 20 por ciento (tasa efectiva del 25%) afecta a modelos con precio al público de alrededor de $3.730.000.

Esta situación lleva a que, por ejemplo, todas las versiones del Chevrolet Cruze tengan en mayo el mismo precio, al filo del impuesto ($3.726.900). Lo mismo ocurre con Citroën, que tiene publicadas todas las variantes del C4 Cactus por $3.641.200. Todos los Renault Captur, por mencionar otro caso, valen de lista $3.726.100. Y hay seis versiones del Peugeot 208 por $3.641.200.

Ponen precios irreales a los 0 km para evitar impuestos y las agencias cobran la diferencia en negro

Es totalmente ficticio e insostenible: por contar con distintos niveles de equipamiento y hasta motorizaciones, el valor nunca será el mismo. El único objetivo de la lista es no ser alcanzada por el tributo.

“La semana pasada pagué un Chevrolet Cruze Premier 6,7 millones de pesos más gastos. Me facturaron 3,7 millones y eso lo transferí. Lo otro lo llevé en mano y me hicieron un recibo sin membrete de los de librería”, denunció un usuario en diálogo con este medio.

Cuando los clientes se acercan a una agencia con la lista de precios oficial, encuentran que los vendedores piden más dinero. Y allí se produce una negociación totalmente paralela al valor informado por la automotriz.

Si un concesionario factura un vehículo por más de 3,7 millones, debería aplicarle el impuesto automotor y por ende blanquear el aumento en el precio. Para no hacerlo, piden el precio de lista en blanco y el sobreprecio por atrás.

Qué autos pagan el impuesto automotor

De acuerdo a un relevamiento de TN Autos, ahora hay más de 170 modelos (sin contar versiones) alcanzados por los gravámenes del 20 y 35 por ciento, según corresponda.

Este tributo “distorsivo” (así lo califican las automotrices) entró en vigencia en enero de 2014 con el objetivo de castigar a los autos “de lujo”, pese a que, en la práctica, afecta no sólo a los vehículos del segmento premium.

Tan distorsivo es este gravamen que no sólo penaliza a modelos de volumen, sino que no distingue entre los modelos importados y los de producción nacional. En consecuencia, vehículos como el Volkswagen Taos y la Toyota SW4, ambos fabricados en el país, tienen el 100 por ciento de su gama castigada por el 20 por ciento.

La salvedad rige para las pick ups, consideradas oficialmente como “vehículos de trabajo”. Ninguna de ellas, por más lujosa que sea, paga este impuesto.

 

 

Fuente: TN