El auto más caro de la historia: pagaron 142 millones de dólares por un Mercedes 300 SLR Coupé

17 mayo, 2022

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Se vendió en un evento organizado por la propia marca alemana. Superó el récord de 48 millones por una Ferrari 250 GTO.

Se rumorea que Mercedes-Benz acaba de vender uno de sus vehículos más preciados por una suma de 142 millones de dólares. Si es cierto, el Silver Arrow 300 SLR “Uhlenhaut Coupe” fabricado en 1955 se convirtió en el auto más caro de la historia.

Si bien Mercedes-Benz todavía tiene que confirmar o negar públicamente dicha venta, el medio Hagerty parece estar convencido de que ocurrió, después de contactar a múltiples fuentes.

Alguien de la automotriz le detalló al medio citado que alrededor de 10 personas fueron invitadas a asistir a un evento privado en el Museo Mercedes-Benz en Stuttgart, el pasado viernes 6 de mayo.

El auto más caro de la historia: pagaron 142 millones de dólares por un Mercedes 300 SLR Coupé

Cada uno de esos individuos cumplió con los criterios predeterminados que Mercedes requería de la persona a la que finalmente le venderían el 300 SLR. Un dato clave que el da sustento a la información: el sitio web del Museo Mercedes-Benz decía que el establecimiento estaría cerrado del 6 al 15 de mayo por “un evento”.

A la espera del anuncio oficial, este Mercedes parece haberse convertido en el auto por el que más dinero se pagó en toda la historia, contemplando el mercado de modelos usados y cero kilómetro.

Hasta ahora, el vehículo más caro registrado de la historia era una Ferrari 250 GTO de 1962 por la que habían desembolsado 48,4 millones de dólares en 2018. Ese mismo año salió el rumor de que se vendió otra 250 GTO en un evento privado por 70 millones de dólares, pero no fue confirmado.

Si realmente es el auto de carreras Silver Arrow que Hagerty cree que es, sin duda es uno de los fierros con más historia de todos los tiempos. Todos los indicios apuntan a que este Mercedes es uno de los dos cupés de techo rígido jamás creados por la automotriz alemana.

El vehículo en cuestión volvió a funcionar alrededor de 2010 e incluso corrió en el Festival de Velocidad de Goodwood con Sir Jackie Stewart y Mika Hakkinen al volante. Fue uno de los autos de carrera más potentes de su época y sentó las bases para muchas de las máquinas que se conocen hoy.