Es a través de una aplicación para el seguimiento de cultivos. Del total de hectáreas, el 50% corresponde a Argentina, mientras el resto se ubican en Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Colombia y México.
En el país, SIMA ha logrado digitalizar casi de 3 millones de hectáreas, lo que representa cerca del 10% del espacio dedicado a cultivos en todo el territorio nacional. Principalmente, la presencia de la firma se encuentra en las provincias de agricultura extensiva, como es el caso de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Santiago del Estero, Chaco, Salta y Tucumán.
Si bien la superficie monitoreada fue creciendo de manera pareja en los diferentes países, en el último salto, para llegar de 4 a 5 millones de hectáreas monitoreadas, tuvo una mayor preponderancia Brasil y, lógicamente, Argentina, donde la aplicación viene evolucionando a razón de 500 mil hectáreas al año. Esos 5 millones de hectáreas monitoreadas corresponden a un total cercano a los 400 clientes, lo que equivale a un aproximado de 1200 productores que utilizan la aplicación.
En el último año, SIMA duplicó la cantidad de clientes y la facturación, que cerró en los u$s1.5 millones, esperando mantener ese ratio para el año en curso. Mirando al 2023, el objetivo de la empresa es cuadruplicar la facturación respecto a 2022. En la misma línea, se apunta a superar los 2.000 clientes en los próximos 3 años.
Para cumplir con esa meta, SIMA tiene definidos nuevos pasos en su hoja de ruta: desarrollo de iOS, nuevas funcionalidades, nuevos cultivos con sus respectivos umbrales y adversidades. Además, la firma sumará otros verticales a su estructura: Insurtech y Sustentabilidad. Y ampliará su dotación, incrementando en un 20% su estructura para fines de 2022.
SIMA pasó de un core de negocio de data collection a análisis de big data, con mucho valor agregado para la explotación de esta información. En ese sentido, se ha convertido en una empresa que ya es un insumo fundamental no sólo en la toma del dato sino también (y sobre todo) en la gestión de los cultivos.
Fuente: Ambito