Cuando parecía que las petroleras iban a un conflicto con los sindicatos, Pablo González, presidente de YPF, terminó cediendo al reclamo salarial de Marcelo Rucci y Claudio Vidal, principales referentes gremiales, que exigen una suba del 25% en el trimestre que terminará provocando que la suba en el primer semestre ascienda al 60%. La mayoría de las empresas incluso prefería enfrentar un paro de actividades que pagar un aumento de sueldos que está muy encima de lo previsto. ¿Cuánto terminará costando la necesidad política de YPF de mostrar la presencia gremial en el acto de lanzamiento del gasoducto Néstor Kirchner?
Los sindicatos petroleros finalmente participarán del acto de lanzamiento de la licitación para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner que el presidente Alberto Fernández encabezará este jueves al mediodía en Loma Campana, la principal área de YPF en Vaca Muerta. Hasta este miércoles a la tarde, la decisión de Marcelo Rucci, secretario del sindicato de petroleros privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, era no participar del evento, tal como informó EconoJournal luego de conversar con el propio Rucci. Claudio Vidal, líder del gremios en Santa Cruz y otros referentes sindicales tampoco iban a concurrir, pero a última hora de la noche, Pablo González, presidente de la petrolera bajo mayoría estatal, se comunicó telefónicamente con Rucci. Le remarcó que su presencia era fundamental y les preguntó que podía hacer para que cambiaran de opinión.
Rucci le reclamó a cambio que YPF acceda a pagar el reclamo salarial de los gremios en la paritaria que se realiza en el Ministerio de Trabajo. González cedió y dio su palabra de que se firmará un acuerdo salarial que esté en línea de lo que exigen los trabajadores, que asciende al 25% en el trimestre abril-junio más el 10% remanente de la paritaria anterior, que ya está firme, tal como adelantó EconoJournal. Desde YPF, en cambio, negaron que exista un acuerdo cerrado y enfatizaron que las partes seguirán negociando en los próximos días.
Debilidad
La situación dejó expuesta la debilidad y la falta de coordinación hacia dentro de la industria. Mientras la mayoría de las compañías productoras y de servicios petroleros estaban dispuestas a enfrentar el paro de actividades —incluso dentro de YPF algunos directivos sostenían que era mejor plantarse ahora en lugar de validar una paritaria tan cara—, González fue quien en la desesperación para evitar que les vaciaran el acto en Vaca Muerta, se comprometió a reconocer lo que pedía Rucci sin consultarlo con el resto de las empresas.
Terminó primando la necesidad política de González y la conducción política de YPF de garantizar la presencia gremial en el acto que encabezará Alberto Fernández. El ticket será muy caro: lo más probable es que la paritaria se termine cerrando esta semana con una suba de entre un 20% y un 25% en el trimestre abril-junio, más un 10% de la paritaria anterior que se pagará retroactivamente a partir de abril. Si a esas cifras se le suma que los gremios recibieron un aumento del 20% en marzo también como parte del acuerdo anterior, se desprende que los sindicatos terminarán obteniendo un aumento salarial cercano al 60% en el primer semestre del año, muy por encima de lo que habían previsto las empresas.
El final de la historia se conocerá en los próximos días. Hasta ahora, lo concretó es que YPF charteó este jueves un avión privado para llevar a 24 sindicalistas petroleros de todo el país hacia Neuquén, ya que se encontraban en Buenos Aires negociando la paritaria.
Fuente: Econojournal