Subrayan que el proceso de nacionalización de la petrolera fue lo que permitió “el cambio de la tendencia de la producción” de hidrocarburos.
Según un informe del Centro de Economía Política (CEPA), YPF deberá liderar el proceso de transición energética y marcar el rumbo para los actores privados del sector.
El estudio destaca que el proceso de nacionalización de la petrolera fue lo que permitió “el cambio de la tendencia declinante de la producción” de hidrocarburos y el despegue del desarrollo de los recursos de Vaca Muerta.
Señala que a partir de la estatización del 51 por ciento de las acciones de YPF S.A., en 2012, el Estado comenzó a operar en la exploración y producción de los principales insumos de la matriz energética del país.
Este hito, sumado a las políticas de precios orientadas al aumento de la oferta de gas y el inicio de la explotación de los recursos no convencionales por parte de la empresa estatizada, permitió cambiar la tendencia declinante de la producción.
En este sentido, se concluye que YPF realizó la experiencia inicial de explotación de Vaca Muerta, pagando el costo de aprendizaje mientras el resto de los actores privados esperaron expectantes.
“El volumen de recursos que posee la Argentina es tan grande que permitiría abastecer el mercado interno y, simultáneamente, crear saldos exportables para la generación de divisas que aliviaría los problemas estructurales de la restricción externa”, señala el informe.
A su vez, el proceso de transición energética que se está dando en el mundo, impone un tiempo limitado para poder valorizar los recursos de gas y petróleo que posee la Argentina. “YPF deberá liderar el proceso de transición energética marcando el rumbo para los actores privados del sector”, remarca CEPA.
Y agrega que, “este proceso incluye las transformaciones necesarias para avanzar en la electrificación de la movilidad, en el avance en la generación a partir de parques eólicos y solares a través de la empresa YPF Luz, y en la participación de proyectos mineros para la explotación del litio y fabricación de baterías”.
Por último, expresan que “la vuelta a la planificación estatal energética será clave tanto mediante la participación directa como a través de incentivos específicos, para asegurar que el sector no se constituya en una restricción al crecimiento económico del país”.
“Más aún, a partir del direccionamiento estatal, la industria debería poder contribuir en el aporte de energía en forma eficiente y sustentable, creando una matriz con mayor participación de fuentes renovables y generando las divisas necesarias para el desarrollo industrial de la Argentina”, finaliza.
Fuente: Economia sustentable