Se espera un nuevo récord de la mano de los altos precios internacionales de los commodities. La ofensiva del campo contra el Gobierno plantea interrogantes de cara a los próximos meses.
A partir de aquí se abre un interrogante clave, abril será un mes trascendental porque comenzarían a ingresar los dólares de la cosecha de soja y la liquidación del sector superaría ampliamente los u$s3.500 millones, pero también el enfrentamiento que plantea el campo con el Gobierno podría ser un escollo a sortear. Es que en estos momentos los productores autoconvocados plantean una movilización hacia CABA para fines de abril en protesta por la suba de retenciones temporal a y también se baraja la posibilidad de concretar un cese de comercialización de granos. Estas tensiones podrían afectar directamente el ingreso de los dólares del campo.
Lo cierto es que por el momento la Mesa de Enlace no promueve ningún tipo de medida de fuerza y ni siquiera está convocando a sus bases a la movilización planteada para el próximo 23 de abril. La posibilidad de que el conflicto escale como sucedió en 2008 a partir de la resolución 125 parece realmente remota. Los ruralistas apuestan por trabar la decisión del Gobierno a través del Congreso donde ya consiguieron el apoyo de diversos legisladores de la oposición. Aunque en la práctica si estas maniobras prosperan no impactarían de lleno en la liquidación de divisas pero si en la recaudación por retenciones.
Es por ello es que desde el Gobierno miran con atención los movimientos de los legisladores de la oposición y la Mesa de Enlace aunque confían que la suba de retenciones se concretó en un marco de total legalidad, a contramano de lo que discute el ruralismo.
A su vez, se abre otro escenario para nada menor. Los productores agropecuarios reclaman desde hace larga data una corrección en el tipo de cambio oficial, que según indican, muestra un fuerte retraso respecto a la inflación. Es por eso que en el caso de no necesitar fondearse y a pesar los altos precios internacionales, podrían retener mucho más grano de soja en los silos. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, aseguraría por lo pronto el sostenimiento de los precios internacionales de los commodities del agro, pero también un incremento para nada menor en el costo de los fertilizantes.
De esta manera, lo que se espera es que los productores agropecuarios afinen sus lápices para obtener la mayor rentabilidad ante un escenario no solo de incertidumbre económica sino también política. De cualquier manera, las arcas del BCRA podrían mantener una cierta tranquilidad en el próximo cuatrimestre ya que entre abril y julio el campo aportaría un piso de u$s14.000 millones. En definitiva, el final sigue abierto, pero el reciente acuerdo que consiguió el Gobierno con el FMI puede ser un dato más que positivo para calmar el escenario económico.
Fuente: Ambito