Las informaciones son contradictorias. Mientras algunos datos dan cuenta de que la producción rusa de crudo no se ha visto afectada aún, otros vaticinan una baja drástica inminente.
En los últimos días, dos despachos de la agencia Bloomberg muestran visiones contradictorias sobre los verdaderos efectos de las sanciones económicas que distintos países adoptaron contra Rusia ni bien invadió Ucrania.
Uno de los informes sostiene que Rusia aumentó la producción y la exportación de petróleo a sus principales mercados extranjeros durante la primera quincena de marzo, “incluso cuando los compradores dudaban sobre negociar con la nación después de la invasión a Ucrania”.
Los productores del país bombearon un promedio de mil 517 millones de toneladas de petróleo al día del 1 al 15 de marzo, 0.4 por ciento más que en febrero, según datos de la industria vistos por Bloomberg, equivalente a 11.12 millones de barriles por día.
“Las exportaciones de crudo ruso a mercados extranjeros clave a través de oleoductos e instalaciones portuarias operadas por Transneft PJSC en la primera quincena de marzo promediaron 597 mil 300 toneladas por día, o 4.38 millones de barriles por día, de acuerdo a los primeros reportes. En febrero, las exportaciones fueron menores en casi 90 mil toneladas por día, o alrededor de 660 mil barriles por día”, detalla.
Según Bloomberg, los productores rusos están teniendo muy pocas dificultades para comercializar su petróleo en medio de los llamados a dejar de financiar la invasión militar en Ucrania al rechazar las exportaciones de energía del país.
Hasta ahora, solo unos pocos gobiernos, entre ellos Estados Unidos y el Reino Unido, han prohibido determinantemente las importaciones de petróleo ruso.
Por otro lado, un reporte del 16 de marzo, cita a la Agencia Internacional de Energía (AIE), según la cual la producción de petróleo de Rusia puede caer alrededor de una cuarta parte el próximo mes, provocando el mayor impacto en la oferta en décadas, ya que los compradores evitan las exportaciones del país tras la invasión de Ucrania.
“Las implicaciones de una pérdida potencial de las exportaciones de petróleo ruso a los mercados globales no pueden subestimarse”, dijo la agencia con sede en París en su informe mensual el miércoles. “Si bien aún es demasiado pronto para saber cómo se desarrollarán los eventos, la crisis puede provocar cambios duraderos en los mercados energéticos”.
Las sanciones al comercio con Moscú y la condena generalizada de su agresión han hecho que el petróleo ruso sea casi intocable para los operadores, y empresas desde TotalEnergies SE (TTE) hasta Shell Plc (SHEL) se han comprometido a reducir las compras.
Los precios internacionales del crudo se alzaron a un máximo de 13 años cerca de u$s 140 por barril la semana pasada, aunque desde entonces han retrocedido considerablemente.
La producción de petróleo rusa podría caer en 3 millones de barriles por día a 8,6 millones por día a partir del próximo mes, tensando aún más un mercado mundial ya afectado por el repunte de la demanda posterior a la pandemia, dijo la agencia, que asesora a la mayoría de las principales economías.
Los mercados mundiales ahora enfrentan un déficit en los próximos dos trimestres en lugar de los superávit anticipados previamente, dijo la AIE. Eso obligará a las naciones desarrolladas a agotar aún más los inventarios de petróleo que ya están en su nivel más bajo desde 2014.
Mientras que los colegas exportadores de Rusia en la coalición OPEP+ se han negado hasta ahora a llenar el vacío, la AIE reiteró que sus miembros, que incluyen a Estados Unidos y Japón, están dispuestos a liberar más reservas de petróleo de emergencia. Las naciones anunciaron la liberación de 60 millones de barriles a principios de mes.
El líder de la OPEP+, Arabia Saudita, rechazó la presión de Washington para aumentar la producción, en parte para preservar sus lazos políticos con Moscú y en parte porque cree que los mercados siguen estando adecuadamente abastecidos por el momento. El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, está visitando Riad y Abu Dabi en un intento por hacerles cambiar de opinión.
La crisis también está afectando la actividad económica mundial y, con ella, al consumo de petróleo.
Fuente: Cronista