Lo dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, desde Moldavia; el Fondo Monetario Internacional advirtió por un aumento en la inflación global debido a la guerra
Estados Unidos y sus aliados europeos están discutiendo imponer un embargo de petróleo a Rusia, una de las sanciones económicas más duras que podrían caer sobre Moscú por la invasión a Ucrania ordenada por el presidente Vladimir Putin, y que hasta ahora los socios occidentales han mantenido en carpeta por el impacto que tendría sobre la economía global.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo desde Moldavia que el gobierno del presidente Joe Biden ya ha comenzado a discutir imponer un embargo a las exportaciones de crudo de Rusia y que están teniendo “una discusión muy activa” con sus socios europeos para analizar “de manera coordinada” la posibilidad de prohibir las compras de petróleo ruso.
“Estamos hablando con nuestros socios y aliados europeos para analizar de manera coordinada la perspectiva de prohibir la importación de petróleo ruso mientras nos aseguramos de que todavía haya un suministro adecuado de petróleo en los mercados mundiales. Esa es una discusión muy activa mientras hablamos”, dijo Blinken en una entrevista con la cadena CNN.
Un embargo petrolero a Rusia es visto por expertos como la madre de todas las sanciones por el enorme peso del sector energético en la economía rusa. Las ventas de petróleo representan alrededor de la mitad de los ingresos por exportaciones de Rusia, y casi la mitad del presupuesto del Kremlin. Pero, hasta ahora, los gobiernos occidentales han optado por dejar fuera a las exportaciones de petróleo y gas de de las sanciones de Occidente sobre Moscú por la invasión a Ucrania por el temor a un efecto dominó sobre la economía global, sobre todo en la inflación.
De hecho, Blinken dijo que parte de la discusión era cómo garantizar que haya un “suministro adecuado” de petróleo en los mercados mundiales en momentos en los que los precios del combustible permanecen altos y el mundo debe lidiar con las presiones inflacionarias de la crisis de la pandemia del coronavirus. En Estados Unidos, el precio promedio del galón de combustible trepó arriba de los US$4 este fin de semana, el nivel más alto desde 2008.
Para bajar la presión sobre el precio del petróleo, la administración de Biden busca aliviar las sanciones petroleras al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, indicó el periódico The Wall Street Journal. Funcionarios estadounidenses ya tuvieron reuniones cara a cara con funcionarios venezolanos en Caracas durante el fin de semana, señaló el periódico, con miras a permitir que el crudo venezolano regrese al mercado internacional abierto. Un vocero del gobierno de Biden no comentó ante la consulta de LA NACION.
Consecuencias “muy serias”
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya advirtió que las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania son “muy serias”, al hacer hincapié en el aumento en los precios de la energía, el trigo y otros granos. Gita Gopinath, número dos del Fondo, dijo que se espera que el costo de vida aumente “considerablemente” en muchos países debido a la guerra.
“La trágica guerra en Ucrania tiene consecuencias significativas para el mundo”, dijo Gopinath en Twitter. “Se espera que el costo de vida aumente considerablemente en muchos países a medida que los precios de la energía y los alimentos se disparen. Su participación en el consumo es en promedio 30 por ciento y hasta 50 por ciento en África. Los importadores de materias primas serán especialmente afectados”, agregó.
Blinken dijo también que estaban “trabajando activamente” en un acuerdo con Polonia para suministrar a Ucrania aviones para luchar contra Rusia. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, ha pedido de manera insistente a Occidente que imponga una zona de exclusión aérea en Ucrania o le entreguen aviones para pelear con los rusos en el aire. Putin dijo que una zona de exclusión áerea sobre Ucrania sería visto como una “participación en el conflicto armado”.
Una de las alternativas en discusión es la posibilidad de que Polonia entregue sus MiG-29 rusos, con el cual los pilotos ucranianos están familiarizados, a Ucrania, y Estados Unidos luego reemplace esos aviones a Varsovia con cazas F-16.
“Estamos trabajando con Polonia mientras hablamos para ver si podemos reemplazar cualquier cosa que proporcionen a los ucranianos”, indicó Blinken.
“Estamos muy a favor de que proporcionen aviones MiG, SU, que los ucranianos pueden volar, a los ucranianos. Pero también queremos ver si podemos ser útiles, como dije, para asegurarnos de que, independientemente de lo que proporcionen a los ucranianos, les llegue algo para compensar cualquier brecha en la seguridad de Polonia que pueda resultar. Estamos hablando activamente de eso ahora mismo”, dijo el jefe diplomático de Estados Unidos.
Fuente: La nacion