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Es el precio más caro al que llegó el gas desde diciembre, cuando tocó sus máximos históricos. Crece la preocupación por la repercusión mundial

El precio del gas, del que depende la Unión Europea de Rusia, se disparó y llegó hasta un 40%, alcanzando casi los 125 euros por megavatio por hora, tras el ataque de tropas rusas a Ucrania. Es el precio más caro desde diciembre pasado, cuando llegó a máximos históricos. Incluso es siete veces más de lo que costaba hace un año.

En los últimos tiempos, su valor estuvo marcando máximos históricos. A inicios de mayo pasado estaba en 300 dólares por mil metros cúbicos (o 24,48 euros por megavatio hora) en el TTF holandés, que es el mercado de referencia en el continente. Mientras que a finales de agosto el valor superaba los u$s600 y en diciembre superaron la barrera de los u$s2.100, para luego empezar a bajar.

Según los analistas, los altos precios del gas se debe a la baja cantidad de reservas gasísticas en los depósitos subterráneos europeos, al limitado suministro de los principales proveedores y a la alta demanda del gas natural licuado en Asia.

Varios políticos europeos acusaron a la compañía gasística rusa Gazprom de recortar sus suministros y forzarlos a autorizar el gasoducto Nord Stream 2.

La guerra entre Ucrania y Rusia pone en mayor riesgo el suministro de combustible en Europa

 

Ahora, la guerra entre Ucrania y Rusia pone en mayor riesgo el suministro de combustible en Europa. El continente depende de Rusia para más de un tercio de sus suministros de gas, y alrededor de un tercio de esos flujos se envían a través de Ucrania.

Los bajos inventarios del combustible el año pasado enviaron los precios a niveles récord, y los volúmenes de Rusia se han reducido desde la segunda mitad de 2021.

La guerra entre Ucrania y Rusia y su impacto en Argentina

 

Actualmente, Rusia es el mayor proveedor de petróleo y gas de Europa. Un corte en el suministro, como consecuencia de acciones militares en Ucrania, podría tener efectos graves en Europa, y además en el resto del mundo.

Su impacto en los precios se traslada a sus derivados en el mundo, pero también a las materias primas alimenticias que utilizan combustible como insumo.

Su impacto en los precios se traslada a sus derivados en el mundo, incluso en Argentina

 

En ese escenario, los altos precios internacionales podrán implicar el salto final de las facturas de GNL. Recientemente, Alberto Calsiano, jefe del Departamento de Energía de la Unión Industrial Argentina (UIA), aseguró a Ámbito que “el precio del gas impacta directamente en el precio de la energía eléctrica. El precio del electrón en el mercado mayorista, tiene una componente importante del gas”.

Y agregó: “Hoy un 64% de la energía eléctrica se genera por centrales térmicas, que deberían funcionar con gas natural. Pero hoy los yacimientos convencionales están decayendo la producción, Bolivia está dejando de enviar gas a la Argentina y lo que queda es el gas no convencional, principalmente con el yacimiento Loma La Lata de Vaca Muerta, pero ahí lo que no tenés es capacidad de transporte. Esa es la trampa del oso: ¿cómo vamos a hacer para entregar gas a las centrales térmicas? La única forma será importar”.

El Gobierno trata de mantener precio de barril

La invasión rusa a Ucrania comenzó a tener repercusiones en la industria petrolera global a partir de la disparada del precio del crudo a más de u$s100 por barril.

Un escenario bélico que obliga al gobierno argentino a tener que reconfigurar las operaciones internas del mercado de hidrocarburos teniendo en cuenta que el precio doméstico del crudo está subsidiado para evitar que se incrementen las exportaciones y se desabastezca a las refinadoras locales.

La invasión rusa disparó el valor del crudo a u$s100 generando malestar entre las productoras que en el país reciben u$s60 por barril y piden exportar más

La invasión rusa disparó el valor del crudo a u$s100 generando malestar entre las productoras

 

Con este objetivo, la Secretaría de Energía de la Nación comenzó a analizar las repercusiones que el conflicto mundial generado por Vladimir Putín puede tener en la producción y abastecimiento de combustibles a partir del precio actual del llamado barril criollo, que se ubica en torno a los u$s60.

Esa diferencia de u$s40 por barril seduce a las petroleras independientes a exportar más y no mirar al mercado doméstico con el consiguiente riesgo de desabastecimiento que advierten algunos sectores del mercado.

El primer paso lo dio el propio secretario de Energía, Darío Martinez, trazando un cronograma de reuniones con las productoras independientes y las refinadoras, cuyo primer encuentro se concretó este miércoles 23 de febrero en la sede del organismo dependiente del Ministerio de Economía.

La discusión giró en torno a la presión que las productoras iniciaron para que el Gobierno suba el precio del barril criollo a valores cercanos al internacional, lo cual obligaría a petroleras como YPF a pagar más por el crudo local con el consiguiente traslado de ese incremento a los surtidores.

 

Fuente: Iprofesional