La inyección económica generará 4.000 nuevos puestos de trabajo y buscará así convertirse en el líder del mercado en Estados Unidos.
En la carrera de los vehículos eléctricos, un gigante estadounidense pareciera haber tomado la delantera tras anunciar una “histórica” inversión con la que busca conquistar, en principio, al mercado local para el 2025.
Así, con sede en Detroit, General Motors (GM) confirmó una inversión de más de 7.000 millones de dólares para avanzar en el camino de la electromovilidad.
Esta inyección económica generará 4.000 nuevos puestos de trabajo al mismo tiempo que promete aumentar “significativamente” la capacidad de fabricación de celdas de batería y vehículos eléctricos. Se trata del anuncio de inversión “más grande de la historia de GM”.
¿Qué incluye la inversión?
La construcción de una nueva planta de celdas de batería Ultium Cells en Lansing, empresa conjunta creada por GM y LG Energy Solution.
También la transformación de la planta de ensamblaje de GM en Orion Township, en Michigan, para la producción del Chevrolet Silverado EV y el GMC Sierra eléctrico, la segunda planta de ensamblaje de GM puesta en marcha para construir camionetas eléctricas.
“Hoy estamos dando el siguiente paso en nuestro trabajo continuo para establecer el liderazgo de vehículos eléctricos de GM, haciendo inversiones en nuestra producción de baterías integradas verticalmente en los Estados Unidos y nuestra capacidad de producción de vehículos eléctricos de América del Norte”, afirmó Mary Barra, presidenta y CEO de GM.
Y agregó: “Estamos construyendo en base a la respuesta positiva del consumidor y las reservas para nuestros recientes lanzamientos y debuts de vehículos eléctricos, incluidos GMC HUMMER EV, Cadillac LYRIQ, Chevrolet Equinox EV y Chevrolet Silverado EV. Nuestro plan crea la oferta de vehículos eléctricos más amplia de cualquier fabricante de automóviles y solidifica aún más nuestro camino hacia el liderazgo de vehículos eléctricos a mediados de década”.
Más baterías
En Ultium Cells, General Motors invertirá 2.600 millones de dólares en la construcción de su tercera planta donde fabrican celdas de baterías en Estados Unidos, que se alojará en Lansing (Michigan).
El centro se construirá en un terreno de General Motors y permitirá la creación de 1.700 nuevos puestos de trabajo una vez que se encuentre totalmente operativo, lo que está previsto que suceda a finales de 2024, según la agencia Europa Press.
Así, la nueva instalación suministrará “celdas de baterías a la factoría del grupo automovilístico en Orion y a otras fábricas de General Motors. La previsión es que la nueva planta tenga una capacidad de 50 gigavatios (GW) hora cuando esté a pleno rendimiento”.
El CEO LG Energy Solution, Young-Soo Kwon, destacó que, con una visión compartida, su empresa y General Motors “son pioneros en el sector de la electromovilidad aprovechando “antes que nadie” las nuevas oportunidades del mercado”.
En tanto, Barra afirmó: “Tendremos los productos, la capacidad de producción de celdas de baterías y la capacidad de fabricación de vehículos para ser el líder en movilidad eléctrica para mediados de década”.
Recuperar mercado
Cabe recordar que GM dejó el año pasado de ser la líder en ventas en el mercado de autos estadounidense, siendo superada por Toyota, según las cifras publicadas por las compañías.
Así, la propietaria de marcas como Chevrolet y Cadillac, perdió el primer lugar en ventas, posición que ostentaba desde 1931 cuando superó a Ford.
Mientras que GM vendió 2,2 millones de unidades en 2021 en los Estados Unidos, la japonesa Toyota, impulsada sobre todo por las ventas de su modelo Corolla, la superó por un pequeño margen de 114.034 unidades al vender 2,3 millones, alcanzando el 15,5% del total del mercado..
No obstante, el liderazgo en el mercado estadounidense fue más bien fortuito y no es una prioridad para Toyota. “No es nuestro objetivo y no lo vemos como sustentable”, manifestó Jack Hollis, vicepresidente de ventas en Estados Unidos de Toyota a la agencia Bloomberg.
En tanto, las ventas de General Motors cayeron 12,9% anual, una caída impulsada sobre todo por un desplome del 43% en el último trimestre, mientras que las de Toyota se incrementaron en un 10,4%.
La empresa responsabilizó de las caídas a los faltantes de chips, situación que, según anunció a sus inversores, mejoró a finales de año y se espera que continúe su recuperación en la producción para 2022.