Con la intención de no afectar la temporada turística el Gobierno decidió no aumentar el precio de los combustibles en principio hasta marzo. Malestar en el sector privado.
Dado que antes se habían realizado otros incrementos, la suba anual alcanza a 34%. Según anticiparon fuentes oficiales a Ámbito, los aumentos el año próximo serían menores, acompañando la esperada baja en la inflación y se darían de manera escalonada, como sucedió en 2021.
La decisión de mantener los precios de los combustibles genera resistencias en el sector privado energético que esperaba aumentos tras las elecciones.
La decisión del Gobierno de congelar los precios de la nafta y el gasoil desde mediados de mayo lleva a que los valores tengan un atraso de 12%, según estimaciones de las entidades que representan a los dueños de las estaciones de servicio. Fuentes de las refinerías señalan un desfasaje algo menor, del 10%.
Sin embargo, las fuentes oficiales consultadas señalan que, por el momento, no son necesarios ajustes para cumplir con los planes de YPF.
Agregan que la estabilidad en los precios de los combustibles apuntará a un doble propósito. Por un lado, como se señaló, facilitar el turismo apuntalando, de esta forma, la recuperación que viene registrando la economía.
Por otra parte, se señala que al ser los combustibles un costo que impacta globalmente a los precios de la economía, la estabilidad en los valores ayudará a la desaceleración de la inflación.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que, a diferencia de la energía eléctrica y el transporte, este sector no recibe subsidios, de donde no sería un punto en la discusión con el Fondo Monetario Internacional por un nuevo acuerdo.
Fuente: Ambito