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Chile obtiene esta posición por cuarto año consecutivo como el “mejor país de América”

Transcurrida una semana de la elección de Gabriel Boric como próximo Presidente de Chile, la atención está puesta en conocer el equipo de gobierno que lo acompañará en la tarea que asumirá a partir del 11 de marzo y por cuatro años.

 

Mientras tanto el verano ya ha comenzado, el calor ya está presente y muchos piensan en las vacaciones. Con todo, Chile sigue recibiendo reconocimientos positivos, en esta ocasión el “Climatescope 2021” de Bloomberg New Energy Finance, lo consideran como el “mejor país de América” para invertir en energías renovables por sobre naciones como Brasil, Canadá y Estados Unidos.

Chile obtiene esta posición por cuarto año consecutivo como el “mejor país de América” para invertir en renovables, esta elevación se cimienta en el buen hacer en estas materias desde a lo menos dos décadas. Asimismo, a nivel mundial ocupa la segunda posición entre los emergentes tras de India.

En 2020 -el informe- apunta los siguientes hitos: entrada de 4.600 millones de dólares en inversiones dirigidas a las energías alternativas, descollando la solar y la eólica. A esto aúnan la meta a 2035 de comercializar vehículos cero emisiones, incluida en la disposición nacional de electromovilidad. Así, también, valoran la promulgación de la ley de eficiencia energética y la estrategia de calefacción y refrigeración en 2021

“Esta es la década en la que consolidaremos a Chile como país de energías limpias. Con nuevas metas para energías renovables y el hidrógeno verde, estaremos limpiando nuestro país, ayudaremos a frenar el cambio climático y a mejorar la calidad de vida de todos los chilenos y chilenas” dijo el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, congratulándose por esta distinción. Añadió que “este es un reconocimiento a nuestro sector energético y a su sólida institucionalidad, que nos permite atraer inversiones de manera permanente en el país”, resaltó la autoridad.

Siempre hablando de energías, nos referiremos ahora a las necesidades de gigawatios que requerirá la industria del hidrógeno verde para producirlo en el país dato interesante para el sector eléctrico, especialmente a los inversores. La demanda estimada llegaría a los 199 GWh en 2023, incrementándose hasta los 1.038 GWh en 2027 y en el 2041 alcanzaría los 40.636 GWh, aparece en el Informe Preliminar de Demanda 2021-2041de la Comisión Nacional de la Energía.

El proceso de producción incluido dentro del propósito de carbono neutralidad contemplan el empleo de combustibles alternativos, sobre todo la eólica y solar. Continuando con las marcas de mercado el reporte indica que a 2030 serán necesarios 3.377 GWh, hacia 2032 el alza rondará las 13.481 GWh y en 2034 hablan de 23.192 GWh.

A su vez n el Informe Preliminar proceso de Planificación Energética de Largo Plazo (PELP) 2023-2027 que es público dan cuenta de la metodología utilizada en los “escenarios energéticos acerca de qué contienen, y sus resultados, se presenta de manera exhaustiva y completa”, particularmente el de “Rumbo a la Carbono Neutralidad”.

Chile y Corea del Sur firmaron hace muy poco un Memorándum De Entendimiento (MoU), para compartir experiencias y conocimiento de producción, almacenamiento, transporte distribución y utilización del hidrógeno verde e impulsar así el despliegue de tecnologías. Las cuentas de Corea es lograr este año que acaba que el 20% de su energía sea de hidrógeno. En tanto, Chile fija como objetivo que a 2050, al menos un 70% de los combustibles sean cero emisiones en los usos energéticos finales no eléctricos, y que al 2035 representen el 15%, incluido el hidrógeno verde y sus derivados.

Este convenio es uno de varios ya suscritos con: Ministerio de Energía de Singapur, el Puerto de Rotterdam y los Puertos de Amberes y Zeebrugge. Persiguen estudiar la viabilidad técnica y comercial de rutas de suministro desde Chile y Latinoamérica hacia los mercados de Asia y Europa.

Por último y de forma muy resumida, la Política Energética Nacional (PEN) contextualiza la mirada nacional hacia lo esperado de esta parcela sectorial y su huella en la vida de los ciudadanos a lo largo de la nación. En su puesta al día han transcurrido 2 años y han intervenido por encima de las 1.200 personas de toda la geografía local.

Destacable resulta la incorporación por primera vez del cambio climático en la política energética: engloba al hidrógeno verde y la electromovilidad como asideros para reducir las emisiones de las áreas productiva más influyentes. Incorpora pautas para 2030, 2040 y 2050, sobresalen: que renovables aporten el 80% a 2030 en generación eléctrica y el 100% a 2050; la generación de 100.000 nuevos empleos en energía a 2030; 70% de reducción de contaminación por material particulado 2,5 por calefacción a 2050, 100% de leña seca en todos los centros urbanos a 2030, y paridad de género en cargos directivos y en remuneraciones de organismos públicos y privados del sector energía a 2040.

Los empeños del PEN son: hacer de Chile un protagonista de la ambición climática; que la energía mejore la calidad de vida de los chilenos, y que a través de esta se genere una nueva identidad productiva para Chile. Estas aspiraciones tienen su base en dos pilares: contar un sistema energético eficiente y resiliente, y seguir avanzando hacia una nueva forma de construir políticas públicas.

Quién crea que esto es fruto de la casualidad pongan atención a estos dos datos muy concretos: Chile tiene en operación más de 10.000 MW procedentes de renovables no convencionales (ERNC) y ya hay 5.000 MW más en construcción. Igualmente, lidera la descarbonización en el sector eléctrico en la región, y las principales organizaciones nacionales están comprometidas con alcanzar una transición energética de cero emisiones.

 

 

Fuente: El economista