Las estimaciones de producción de trigo en la región núcleo subieron en los últimos días en 430 mil toneladas por los buenos rindes obtenidos a medida que avanza la cosecha 2021/22 y pasaron de 7,1 a 7,5 millones de toneladas.
“La campaña es una rompe techos, el rinde promedio de la región es de 45,8 quintales por hectárea: 16,7 quintales más que en la campaña pasada y 1,2 quintales por encima del anterior récord establecido en la 2017/2018”, resaltó la Bolsa de Comercio rosarina.
A fines de noviembre, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) había aumentado también su estimación de producción de trigo en 500.000 toneladas respecto de la previsión de la semana anterior a un nuevo volumen récord de 20,3 millones de toneladas para la actual campaña, gracias a mejores rindes a los esperados en el centro del área agrícola.
“Frente a esta mejora de los rindes obtenidos y esperados sobre las regiones del centro y sur del área agrícola, se aumenta la proyección en 500.000 toneladas”, había señalado la BCBA.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario recordaron que “en los últimos años, el trigo y el maíz han ganado un protagonismo indiscutible: cada año se siembra más hectáreas; y los resultados, aún con una gran incertidumbre climática y ‘Niña’ mediante, han sido excelentes”.
En el caso del clima, señalaron desde la BCR, “los registros de la última semana del mes fueron el broche de oro de noviembre”, con registros entre 15 y 100 milímetros, contradiciendo las proyecciones y superando ampliamente las medias pluviales en la región.
No obstante, “los pronósticos indican que la primera mitad de diciembre no contará con el mismo volumen de agua que noviembre”, advirtió el especialista José Luis Aiello, para quien el fenómeno la Niña “sigue activo y diciembre todavía seguirá caracterizado por una oferta de agua muy volátil”.
“La escasez de humedad y las precipitaciones por debajo de la media, aun con recuperaciones ocasionales, serán condiciones con el que habrá que convivir por lo menos hasta pasada la primera quincena de enero 2022”, agregó Aiello. Por otra parte, alertaron desde la BCR, “aún con el entusiasmo de estos resultados”, en el horizonte de la próxima campaña “acecha una tormenta” para el trigo: la de los elevados costos de los insumos y, en particular, el que tiene la urea.
Si bien es prematuro definir la intención de siembra para la próxima campaña, los asesores comentan que “hay incertidumbre y preocupación por los costos de producción que rigen hoy de cara a la campaña que viene”, consignó la BCR.
La actual relación urea/trigo podría ajustar fuertemente las dosis, y en particular en los productores de menor escala que este año hicieron una gran apuesta; la relación urea/trigo en finales de noviembre es de 4,5, casi el doble de hace un año atrás (2,5). Así, aún con mejores precios de los granos (el trigo con entrega disponible se ubica en US$ 225 la tonelada, para enero aumenta hasta US$ 240; febrero, US$ 245; mayo, US$ 250; y julio, US$ 245), el poder de compra del cereal contra el fertilizante cayó cerca del 50%, lo que podría limitar la siembra de trigo en las próximas campañas, completaron desde la BCR.
Por Carlos Joseph
Fuente: Ambito