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Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison anunciaron un prototipo que permite generar energía limpia sin liberar gases tóxicos

La búsqueda por encontrar alternativas a los combustibles fósiles suma una propuesta de la mano del amoniaco, un elemento químico que promete convertirse en el sustituto para la nafta o el gasoil en los transportes de carga marítima. El anuncio fue realizado por el equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison y consiste en un prototipo que utiliza un catalizador metálico que libera nitrógeno y energía, sin producir gases tóxicos.

De esta forma, el descubrimiento permitiría utilizar estas reacciones para producir electricidad, además de obtener nitrógeno como un producto secundario. Comparado con los sistemas tradicionales de combustión, este sistema propone generar estas reacciones dentro de una pila de combustible para producir electricidad limpia.

Como ocurre con sistemas similares basados en hidrógeno, en el caso del amoniaco el reto que tienen los investigadores está en su obtención con fuentes respetuosas con el medio ambiente. Al momento, la única forma de producir amoniaco proviene de procesos industriales que utilizan combustibles fósiles, como el gas natural.

“Este descubrimiento es solo la mitad del rompecabezas”, señala Michael Trenerry, uno de los investigadores que participaron del estudio. El amoníano es un producto que cuenta con diversas aplicaciones industriales, desde el sector automotriz y textil hasta para la fabricación de fertilizantes, y ahora el próximo paso está en la forma de generar un amoniaco verde, de forma sostenible, como los sistemas de electrólisis de agua neutra en carbono.

Cuando se logre superar este escollo de la producción verde de amoniaco, los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison proponen usar el amoniaco en tanques o garrafas, en una modalidad similar a la utilizada por los sistemas de gas natural comprimido GNC. Esta sería otra de las opciones que vislumbran a futuro, además de la celda de combustible.

El gran objetivo de este tipo de combustibles alternativos apunta al transporte marítimo, que busca transformar su dependencia a los combustibles fósiles para reducir las emisiones de carbono. De esta forma, la compañía minera australiana Fortescue Metals Group, reconocida en la Argentina por su intención de producir hidrógeno verde en la Patagonia, apuesta al uso de amoniaco verde para impulsar el MMA Leveque, un buque de apoyo de 75 metros de eslora y casi 7000 caballos de potencia que utiliza para el transporte de insumos en plataformas marinas en el Océano Pacífico.

 

 

Fuente: La nacion