Con la oferta restringida, hay pocas opciones para elegir y con precios que superan los sugeridos de fábrica. Te contamos los valores “inéditos”
No es un momento fácil para la industria automotriz, y aunque las ventas y exportaciones crecerán en volumen si se compara con 2020, las expectativas tuvieron que reducirse los últimos meses por una escasez cada vez más acentuada de la oferta.
La situación es tal que, quien esté pensando en cambiar su auto usado o acceder al primer modelo 0km, deberá hacerse tres preguntas claves antes de tomar la decisión:
- Asegurarse que el que piensa comprar esté en stock.
- Que lo podrá retirar en un plazo lógico de 30 días (de lo contrario puede llegar a esperarlo 6 meses)
- Y hacerlo con precio cerrado, sino podría pagar hasta el doble llegada la unidad.
Sin estas certezas, comprar hoy un 0km es una “lotería”, faltan muchos modelos y versiones, especialmente aquellos fabricados en otros países, y los que existen tienen precios “siderales”.
Así se encuentra el mercado después de un año donde las trabas para importar afectan cada vez más la oferta de vehículos, y los pocos que se encuentran en los concesionarios tienen sobreprecios que superan el millón de pesos.
A esto se suma la volatilidad del dólar blue, que tocó valores récord, por encima de los $207, para luego retroceder unos pesos. Esto generó dos efectos: clientes con dólares en la mano apurados por cerrar la operación y agencias que prefirieron guardar stock, sobre todo si se trataba de unidades importadas, dado que la volatilidad cambiaria dejó sin precios de reposición al sector.
Así, entre una demanda que no quiere dejar pasar el tiempo pensando en que la devaluación será cada vez peor y quiere protegerse con algún bien durable, junto con una oferta que trata resguardar el capital que tiene porque no sabe si podrá reponerlo, el negocio está en un momento complejo donde se ponen en juego más que nunca las oportunidades y especulaciones.
Precios por las nubes
Para conocer qué modelos hay disponibles y los precios, salimos a recorrer el mercado y fuimos “clientes por un día”. Buscamos todo tipo de vehículos, desde uno chico y económico hasta los más caros, camionetas de producción nacional y SUV. En todas las marcas encontramos sobreprecios, y salvo alguna excepción donde se respeta el precio de lista actual, tiene demoras superiores a 120 días, con precio abierto.
Por ejemplo en el caso de Volkswagen, en tres concesionarios nos dieron respuestas parecidas. Consultando por un Nivus, el SUV chico coupé que está entre los más vendidos, el precio que nos ofrecieron por un Nivus Highline con entrega a 30 días fue de $5.500.000. El listado oficial de la marca sugiere un valor de 4.285.500 pesos. Es decir, $1,2 millones más que el valor de referencia.
Luego nos inclinamos por un Taos, de fabricación nacional, el SUV mediano que se lanzó hace pocos meses y nos aseguraron entrega inmediata. En este caso, por una Taos Comfortline 250 TSI nos pidieron $6.000.000. El valor de lista es de 4.811.900 de pesos.
Por último terminamos buscando una Amarok, también de producción nacional: por una Confortline 4×2 con caja automática, nos pidieron $6.100.000, mientras que de lista sale a 4.541.900 pesos, es decir, casi $1,5 millones más que el valor sugerido por la marca.
Después pasamos a otra marca: Fiat. Y el modelo elegido fue la Toro, una de las pickups más exitosas del mercado. Tampoco tuvimos suerte. El vendedor aclaró que la versión más económica no se vende más. En realidad, consultando después a otras fuentes nos explicaron que están disponibles únicamente para plan de ahorro.
Luego, optamos por una versión más equipada que estaba en stock, la Volcano 2.0 16v Multijet CD 4×4 AT9, que tiene un precio de $5.025.800 de lista. El valor pedido en el concesionario fue de 6.400.000 pesos.
En el caso de la Freedom, aunque no nos dieron ni siquiera la opción de anotarnos con un plazo de entrega para 2022, el valor pedido era de $4.500.000, frente a los $3.495.900 oficiales.
Donde había libertad absoluta para elegir era en el caso de Cronos, de producción local. El vendedor ofreció el Drive 1.3 GSE Pack S-Desing a $2.500.000. De lista, el precio es de 2.236.200 pesos.
En Renault, el vehículo elegido fue el recién lanzado Duster, un SUV chico que acaba de renovarse. En este caso, el vendedor aclaró de antemano que “no hay ninguna versión, solo por plan de ahorro”. Los únicos modelos disponibles son los de fabricación local: Sandero, Logan, Stepway y Alaskan.
En el caso de un Stepway Intens 1.6 CVT, que tiene un valor de lista de $2.857.300, el precio real es de 3.657.800 pesos. En cuanto a la Alaskan, la disponible era la Emotion 4×2 MT, donde prácticamente se respeta el valor de lista: 4.741.100 pesos.
Fuimos luego por un Chevrolet. En este caso, nos advirtieron que por cualquier modelo, menos el Cruze que es de producción local, la espera es de 90 a 120 días con precio abierto.
En este caso, un Onix Premier, que tiene un precio de lista $3.100.000, el valor del concesionario era de 3.700.000 pesos. En el Cruze que se produce en Alvear, provincia de Santa Fe, mientras que el LTZ tiene un valor de $3.100.000, el precio pedido llega a 3.730.000 pesos.
Resignados con la búsqueda apostamos por un Ford. En este caso, la única opción para elegir es la Ranger, de fabricación nacional: la Limited 3.2L Diesel Cabina Doble 4×4 Automática, que tiene un valor de $6.986.000, se ofrece a $7.500.000, con entrega en marzo de 2022. La XLS 4×4, disponible de inmediato, tiene un valor de $4.500.000, pero el pedido llegó a 5.900.000 pesos.
En el resto de los modelos, las recién lanzadas F150 Lariat y Raptor, al igual que Bronco, no hay entrega ni se comprometen a tomar reservas porque no tienen perspectiva. “Todavía debo una F150 señada en enero, va hacer un año”.
En Peugeot, el modelo más ofrecido y disponible es el 208, de producción nacional, con un sobreprecio de unos $200.000 promedio en las versiones de entrada de gama. Para las full hay más tiempo de espera, porque están todas topeadas en $3.080.000 a fin de evitar el impuesto interno.
Preocupaciones
En este escenario, las preocupaciones puertas adentro de los concesionarios son muchas, especialmente porque no hay productos para vender, el stock es prácticamente 0, y la gente no encuentra lo que quiere.
Apareció una tendencia muy inesperada que es “la resignación”, y los clientes escuchan las sugerencias del vendedor para inclinarse por modelos nacionales que están en el concesionario. El caso más emblemático es el Fiat Cronos, cuyas ventas se multiplicaron en los últimos meses ya que se ofrece por encima del Argo y Mobi, que se ofrecen solo por plan de ahorro.
Por otro lado, hay un gran desconcierto en cuanto al tiempo que tendrán que esperar para reponer las unidades, y eso hace que muchas veces se especule con la opción de vender el 0km o guardarlo, esperando para ver qué pasará con los precios.
Fuente: Iprofesional