De acuerdo con los fundamentos de mercado a corto plazo, muchos analistas estiman que la escalda de precios del petróleo está lejos de haber alcanzado su techo.
La economía mundial comenzó su reactivación, impulsada por los mercados desarrollados en sintonía con los avances en los planes de vacunación. En primera instancia, los sectores que experimentaron dicho beneficio fueron los tecnológicos y de consumo, relegando en un segundo plano al sector energético, de transporte y turismo entre otros. Al día de hoy, el sector energético presenta un fuerte retraso en términos de valuación con respecto al S&P 500.
En los últimos 12 meses el precio del barril del petróleo West Texas Intermediate aumentó un 106% alcanzando niveles récord de varios años en los últimos días. Sin embargo, de acuerdo con los fundamentos de mercado a corto plazo, muchos analistas estiman que el mismo está lejos de haber alcanzado su techo.
Puntualmente, resaltamos dos fundamentos que sostienen dicha tendencia alcista en el precio del petróleo. En primer lugar, estamos viendo una caída en los inventarios a medida que la demanda se recupera a pasos acelerados. En segundo lugar, está claro que la OPEP no tiene ningún apuro en aumentar la oferta. De hecho, hoy en día está produciendo por debajo de su techo de producción autoimpuesto.
Con respecto a los inventarios, es decir las reservas de petroleó crudo sin refinar medidas en barriles, han caído por debajo del promedio de los cinco años previos a la pandemia. Los stocks se están agotando como respuesta a la recuperación de las economías y la movilidad que han impulsado la creciente demanda de los últimos meses. Incluso, podría haber otro impulso en la demanda como consecuencia de la crisis energética que están atravesando Europa y Asia. Se estima que la misma podría aumentar en 500.000 barriles por día con respecto a un mercado normal.
Por el lado de la oferta, claramente la misma ha quedado rezagada con respecto a la creciente demanda previamente mencionada. En primer lugar, recientemente hemos visto cómo el huracán Ida afecto el suministro de petroleó estadounidense en el Golfo de México. Se estima que el mismo no se recuperará por completo hasta fines de este año.
Adicionalmente, la OPEP continúa reteniendo la oferta sumando solamente 400.000 barriles por día cada mes a su oferta general. De hecho, está manteniendo esta postura en contraposición de las exigencias de EE.UU. y otras naciones consumidoras que pregonan por liberar la oferta para disminuir el precio del crudo. Puntualmente, el ministro de energía de Arabia Saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman, descartó recientemente que la OPEP reaccionaría al repunte del precio del petroleó sumando más oferta que la planeada. Incluso, la realidad es que la OPEP está bombeando muy por debajo de su techo de producción autodefinido.
Todo indicaría que la OPEP no está muy preocupada por bajar el actual precio del crudo entorno a los u$s83. Por el momento, los líderes de la organización estarían priorizando una visión más a largo plazo con el objetivo de estabilizar el mercado. Así mismo, esperan un aumento en los suministros hacía el año que viene proveniente tanto de sus propios pozos, como de los de EE.UU. Es decir, de acuerdo a sus estimaciones, les preocupa generar una sobreoferta que desestabilice el mercado.
En línea con los fundamentos mencionados, desde Balanz sugerimos a nuestros clientes que quieran tener exposición en este sector, hacerlo a través de nuestro pack de CEDEARS de Oil & Gas. El mismo apunta a sacar provecho del protagonismo que el Petroleó está atravesando el día de hoy. Posicionándose precisamente en compañías como Shell, Exxon, BP y Chevron, que están volviendo a demostrar solidez en sus balances y una extraordinaria generación de cash que les permite retomar sus programas de dividendos y recompra de acciones.
Sr. Analyst of Investment Ideas, Balanz Capital.
Fuente: Ambito