Entidades de la comercialización alertaron sobre complicaciones en el abastecimiento de puntos “blancos”. Las naftas no aumentan desde el mes de mayo
El congelamiento aplicado por el oficialismo a los combustibles en el surtidor, sumado a un cambio permanente en la estructura de costos de las petroleras, encendió luces rojas en el tablero de las estaciones de servicio, que en los últimos días ya hay indicios de desabastecimiento en algunos segmentos.
Sendos empresarios nucleados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA) advirtieron en las últimas horas que el segmento de las estaciones de servicios “blancas” –esto es, sin bandera de alguna compañía– empezó a evidenciar faltantes y varios propietarios elevaron un reclamo ante la Secretaría de Comercio Interior.
Los dueños de puntos de comercialización notificaron que las petroleras sufren complicaciones en las entregas, que tras más de 4 meses de establecido el congelamiento en los surtidores afrontan una inflación que complica los costos de producción.
Desde la mencionada CECHA su titular, Gabriel Bornoroni, confirmó a iProfesional el problema que afrontan las “blancas”. Este segmento no es menor: comprende alrededor de 1.100 puntos de expendio distribuidos en todo el país.
“Hay un atraso del 10 al 12 por ciento en los precios, en un contexto donde todos los costos para el estacionero van en aumento. A raíz de este escenario, donde las petroleras no han podido actualizar los valores, ocurre que luego dejan de enviar productos al mercado, principalmente en las de línea blanca, lo que produce esta situación”, declaró.
La entidad emitió un comunicado dando cuenta de su “preocupación por los primeros indicios de desabastecimiento en estaciones de servicio de bandera blanca principalmente, un fenómeno que se viene repitiendo en los últimos meses y se encuentra relacionado al congelamiento de precios que rige para los combustibles”.
En el ámbito de los estacioneros explican que la distorsión que existe entre los precios mayoristas, que no ha dejado de incrementarse al no estar alcanzados por el congelamiento, y los valores quietos en el surtidor complican la situación de los automovilistas.
Ocurre que para numerosas compañías comenzará a resultarles más redituable adquirir el combustible en las estaciones de servicio en lugar de continuar comprando a “granel”. En algunos puntos del país esto ya ocurre y juega en contra de la disponibilidad de naftas para los particulares. En el segmento de la comercialización crece el temor a que vuelva a aplicarse algún tipo de régimen de cupos.
Sube el mayorista
“Los precios para mayoristas, si tuvieron subas, todos los meses tienen ajustes. Hace una semana el mayorista superó el valor del combustible minorista”, comentaron estacioneros del norte del país.
Ante este escenario, desde la Secretaría de Comercio Interior anticiparon que tomarán cartas en el asunto. “Estuve viendo las notas de las entidades estacioneras. Esta semana estamos avanzando en la implementación del programa de alimentos y precios cuidados, pero seguramente el lunes próximo nos contactaremos para abordar la problemática de los combustibles”, afirmó Roberto Feletti, titular de la dependencia, en dichos al portal Surtidores.
Los combustibles no aumentan desde mayo de este año, mes en el que la estatal YPF aplicó su último incremento y el resto de las compañías del mercado se alineó con esa decisión.
Hoy por hoy, los precios promedio en la Argentina se ubican en el orden de los 95 pesos el litro de nafta súper, 110 la unidad de premium, 91 pesos el gasoil grado 2 y 107 el litro del diésel grado 3.
Fuente: Iprofesional