La demanda de componentes en el sector automovilístico es muy alta para vehículos cada vez más equipados con sistemas electrónicos.
Sin embargo, desde enero de 2021, se vendieron en Europa algo más de 7,5 millones de vehículos, es decir 500.000 más que en el mismo periodo del año pasado.
En un contexto de reactivación de la actividad tras el levantamiento de las restricciones sanitarias, los fabricantes de autos tienen que competir con otras industrias que consumen muchos chips -como los productores de ordenadores, teléfonos inteligentes, objetos conectados a internet- y que captan una buena parte de esos componentes fabricados en su mayoría en Asia.
“Salvo que esta escasez sea resuelta rápidamente, las perspectivas deberían ser reducidas aún en octubre”, indicó el martes la asociación británica de constructores automovilísticos (SMMT).
Esta situación “debería durar una buena parte de 2022”, en particular por las “nuevas disparadas de la variante delta del Covid-19 que afectan a importantes naciones productoras en el sudeste asiático”.
En el mes de septiembre solo el grupo Hyundai-Kia tuvo ventas en alza.
Pero si se toman en cuenta los primeros nueve meses del año, los líderes del sector Volkswagen y Stellantis (Peugeot, Citroen, Fiat, Chrysler) registran un aumento de las ventas de 8,1% para el grupo alemán y de 8,3% para el franco-italo-estadounidense, tras un catastrófico año 2020.
De su lado, BMW-Mini tuvo un alza de 10,9%, Toyota, 19,8% y Volvo, 7,4%.
En cambio, pese al buen desempeño de Dacia, el grupo Renault presenta en cambio desde principios de año un retroceso en las ventas de -6,5%, al igual que Daimler (-5,6%), Ford (-11,2%) y Nissan (-12,4%).
Fuente: Ambito