La petrolera BP informó que un tercio de sus estaciones de servicio no cuentan con ninguno de los combustibles habitualmente disponibles. Esto también generó escasez en el sector agroalimentario. El ministro de Transporte acusó a un sindicato camionero. Sin embargo, hay quienes culpan al Brexit por las dificultades para contratar.
Frente a las gasolineras había largas filas de autos por tercer día consecutivo, mientras los automovilistas esperaban -algunos durante horas- para repostar combustible después de que las compañías petroleras informaran que la falta de conductores estaba causando problemas de transporte desde las refinerías.
Algunos operadores han tenido que racionar los suministros y otros han tenido que cerrar gasolineras.
“Ante la intensa demanda observada en los últimos dos días, estimamos que cerca del 30% de los sitios en esta red no tiene actualmente ninguno de los principales grados de combustible”, dijo en un comunicado BP, que opera 1.200 puntos de repostaje en Reino Unido. “Estamos trabajando para reabastecernos lo más rápido posible”.
El pánico por el combustible se produce en un momento en que Reino Unido enfrenta varias crisis: un alza del precio internacional del gas que está obligando al cierre de empresas energéticas, una escasez relacionada de dióxido de carbono que amenaza con afectar a la producción de carne y una falta de conductores de camiones que está causando estragos entre los minoristas y dejando algunos anaqueles vacíos.
El ministro de Transportes británico, Grant Shapps, acusó este domingo a un sindicato que representa a los transportistas de “haber desencadenado” la escasez de combustible en el Reino Unido, tras la decisión del gobierno de brindar 5.000 visados a conductores extranjeros para paliar la crisis.
“Una de las organizaciones representantes de los transportistas (camioneros) ha brindado un informe irresponsable (respecto a posible escasez), lo que ayudó a desencadenar la crisis”, afirmó el ministro este domingo ante las cámaras de Sky News, denunciando una “situación premeditada” a través de un gesto “inútil y contraproducente”.
En estos últimos días, muchas gasolineras han cerrado y se forman filas interminables frente a otras.
Muchos británicos británicos desoyen los llamados del gobierno a mantener la calma ante la escasez de carburante, que también afecta al sector agroalimentario, y ha sido provocada por la falta de unos 100.000 camioneros a raíz del Brexit y la pandemia de coronavirus.
Desde hace meses, muchos sectores advertían de esta situación, pero el ministro de Transportes ha atribuido la responsabilidad a una organización representante de camioneros.
“Hace unos diez días atrás hubo una reunión en la cual una de las asociaciones (sindicatos) de transportistas decidió dar a conocer los detalles a los medios de comunicación”, aseveró, “y esto generó un alto grado de inquietud, puesto que la gente reacciona naturalmente ante este tipo de cosas”, añadió.
El ministro no nombró al sindicato en concreto, pero una fuente gubernamental confió al Mail on Sunday que la Asociación de Transporte por Carretera es “totalmente responsable de este pánico y caos actual”.
Shapps además acusó a las asociaciones del sector de “querer a toda costa” contratar “más choferes europeos, lo que hace disminuir los salarios de los británicos”.
La víspera, el gobierno se vio obligado a otorgar hasta 10.500 visas de trabajo temporal, de las cuales 5.000 están reservadas para camioneros: un giro inesperado en política de inmigración profesional tras el Brexit, mientras el gobierno del primer ministro Boris Johnson continúa insistiendo en que el Reino Unido ya no depende de la mano de obra extranjera.
El ministro dijo que la carencia de camioneros se debe a que el COVID-19 interrumpió el proceso de calificación, impidiendo el ingreso de más trabajadores al mercado. Otros culparon al Brexit y a las malas condiciones de trabajo, que hicieron que los conductores extranjeros se fueran.
Fuente: Ambito