La Cuenca Neuquina se prepara para cerrar el mejor año en la producción de crudo. La formación inyectó 30.000 nuevos barriles por día hasta julio. La suba, del 21,5%, arrastra un crecimiento de casi 2 millones de dólares diarios.
La industria hidrocarburífera nacional muestra en la actualidad dos presentes fuertemente contrastados: por un lado, el de la mayoría de las cuencas productoras que, con altos y bajos pelean por volver a las extracciones que tenían en la prepandemia; y, por el otro, el de la Cuenca Neuquina que, por los yacimientos de Neuquén y de la mano de Vaca Muerta se convirtió en la más importante del país.
Los datos que elaboró Energía On, en base a los últimos reportes oficiales del ministerio de Energía y Recursos natural de la provincia, muestran que la producción de petróleo no convencional (principalmente de shale y en menor escala de tight) aumentó un 21,5% en lo que va del año, casi 30.000 barriles. Un porcentaje de crecimiento que supera a todas las cuencas incluida la Neuquina que, en el mismo período, registró un salto del 17%. Repasemos los datos:
La producción de petróleo en julio fue de 202.257 barriles por día, de los cuales el 81% (163.828 barriles) fueron no convencionales. Los mismos registros dan cuenta que la producción de crudo en enero fue de 172.865 barriles por día, de los cuales el 78% (134.834 barriles) fueron no convencionales.
Si todavía quedaban dudas de lo que Vaca Muerta es capaz, lo cosechado por las petroleras de la formación durante los primeros siete meses del año pone en valor su potencial: en total se produjeron 1.036.149 barriles no convencionales.
Para tener una dimensión de lo que valdría esa producción en el mercado internacional, con las condiciones y precios actuales, resta solo multiplicar los barriles por el precio del Brent menos los 2 dólares aproximado de flete, menos el 8% de exportaciones. Teniendo en cuenta que el precio promedio del Brent entre enero y julio fue de 66,30 dólares, luego de los descuentos, la cuenta final da unos 61,1 millones de dólares.
Vale aclarar que el destino de la mayoría de los barriles no convencionales fue para el mercado interno, donde las refinerías lo pagan hasta 55 dólares por barril. Sin embargo, permite ver el potencial de ganancia que tienen las empresas sobre todo teniendo en cuenta que el proyecto de promoción de inversiones petroleras permitirá exportar un incremental de producción. Todavía con las condiciones actuales, el negocio es millonario.
El salto en la producción se dio incluso con inversiones acotadas. Para este año se proyecta que se destinarán unos US$ 4.177 millones, por debajo del máximo histórico de 2015 (US$ 5.111 millones) y lejos de los US$ 10.000 anuales que algunos expertos de la industria auguran que deben desembolsarse para garantizar un crecimiento fuerte y sostenido.
Es probable que los casi US$ 4.200 millones que se invertirán este año se traduzcan en mayor nivel de crecimiento que los más de US$ 5.100 de 2015. Esto se explica principalmente por el know how de las compañías y por la reducción de costos alcanzada por de la pandemia.
Vaca Muerta, el motor negro
Acorde a los últimos datos oficiales de la secretaría de Energía de Nación, Argentina alcanzó en julio la producción de 521.442 barriles de petróleo por día y las consultoras especializadas del sector estiman que la producción de agosto (aún sin publicarse oficialmente) rondará cerca de los 528 mil barriles diarios, casi idéntico a agosto de 2019 (529 mil).
La producción de petróleo a nivel país en enero de este año fue de 496.305 barriles por día y si se tiene en cuenta las extracciones de julio, entre esos meses se sumaron unos 25.137 barriles de petróleo, lo que equivale a un adicional de 5,06%.
Tal como marcamos, el 21,5% de aumento que se logró de la mano de Vaca Muerta entre enero y julio en los no convencionales equivale a un salto de 28.994 barriles de petróleo. En el mismo período la Cuenca Austral registró una caída en las extracciones del 3,7%; el Golfo San Jorge otro rojo del 2,7%; la Cuyana un salto del 3,3%; mientas que la del Noroeste logró mantener los niveles.
La única cuenca productiva que registró un salto sustancial en lo que va del año fue la Neuquina con un 17,41%, impulsado por el shale oil.
Hoy el 30% de la producción de crudo del país proviene de las áreas no convencionales de la Cuenca Neuquina. La recuperación de las extracciones a partir de 2018 hasta ahora se logró por Vaca Muerta como ya vimos, lo alcanzado sirvió para compensar el declino que exhibieron el resto de las cuencas del país.
Camino a los 235.000 barriles
En junio el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez reveló que la proyección oficial que trazaron, en base a las presentaciones de las petroleras, es alcanzar a fin de año la producción de 235.000 barriles de petróleo por día.
Según los datos de julio, hoy la provincia está a unos 32.700 barriles por detrás del ese objetivo, no solo le quedan 5 meses para alcanzar la marca, sino que debería hacerlo en un período más acotado del que le llevó alcanzar los casi 30.000 en lo que va del año.
Neuquén sin shale
Para poner el valor el peso que adquirió Vaca Muerta para la producción petrolera de Neuquén, resta solo con ver la producción incremental que logró la provincia solo con los recursos convencionales. Sin el shale las extracciones de enero hubiesen sido de apenas 38.031 barriles por día, mientras que, en julio de 38.429, un salto de apenas 1,04% (384 barriles). En cambio, la producción de julio fue de 202.257 barriles por día de los cuales 163.828 fueron de no convencionales.
Sin dudas que la magnitud de los no convencionales en Neuquén y en el país rompe con la tradicional dicotomía entre abastecimiento interno y exportación. A cuatro meses para finalizar el 2021, Vaca Muerta se prepara para cerrar el mejor año en términos productivos desde su desarrollo y deja un alto optimismo para el 2022 que podría ser capitalizado por la inminente oficialización de la ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburífera.
Fuente: Rio negro